El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que la Argentina "quiere cumplir con los compromisos" de la deuda externa que contrajo la administración de Cambiemos, pero remarcó que el país necesita que durante un “tiempo” el Fondo Monetario Internacional (FMI) no cobre “una condicionalidad que detenga la recuperación y que inhiba la capacidad de desarrollo en el mediano y largo plazo”. “El FMI puede perder legitimidad si empuja a Argentina a una situación desestabilizante”, advirtió.
"Si el FMI empuja a Argentina a una situación desestabilizante, va también a tener una legitimidad menor en el futuro, cuando otros países requieran del multilateralismo para poder resolver junto a la comunidad internacional sus problemas”, aseguró Guzmán en una entrevista con la agencia francesa AFP y agregó: “Si queremos protegernos entre todos y proteger el funcionamiento del multilateralismo, es importante acordar algo que sea creíble y creíble quiere decir implementable".
El jefe del Palacio de Hacienda sostuvo que “no existe un acuerdo perfecto” porque en una negociación siempre “hay una inconsistencia”, que en este caso pasa por la forma en la que “de distribuyen las cargas”. “Lo que buscamos es dar un paso adelante en vez de dar el paso atrás”, agregó y detalló: “Diría que estamos un poquito mejor que hace una semana, pero hay un camino importante por recorrer".
Asimismo, Guzmán afirmó que “prácticamente hay acuerdo sobre hacia dónde hay que converger”, pero reconoció que “la diferencia está en las velocidades” porque “se están observando objetivos diferentes”. En este sentido, valoró que en 2021 el déficit fiscal primario haya caído unos 3,5 puntos del Producto Bruto Interno (PBI) y mostró expectativa por la cifra del déficit fiscal que se dará a conocer el 20 de enero y que se espera que se encuentre entre el 2,9 y 3% del PBI, lo que calificó como “una caída muy fuerte”.
De todas maneras, manifestó que el FMI demanda “una consolidación fiscal más rápida”, lo que enfrenta “dos problemas”: “El primero es que la forma cómo ellos lo plantean detendría la recuperación económica en el corto plazo. El segundo es que el punto en el cual se enfocaría la más rápida consolidación fiscal sería en una expansión menor de la inversión en infraestructura pública”. “Para nosotros eso es crítico, porque esa inversión es la que más necesita Argentina, desde el punto de vista productivo. Es ahí donde está la tensión", agregó.
De cara al futuro, el ministro adelantó que “el panorama para 2022 puede ser muy virtuoso” ya que la Argentina “tiene un superávit comercial muy alto”, que en 2021 superó los 15 mil millones de dólares. “¿Cuál es el problema de balanza de pagos que enfrenta Argentina en 2022? Es justamente la deuda con el FMI. Es al revés de lo que naturalmente ocurre. Es la deuda con el FMI la que genera el problema de balanza de pagos. Y por eso es importante poder refinanciarla. Es importante para el país y también para el FMI", detalló.
Además, valoró el pedido de algunas autoridades legislativas de los Estados Unidos a la secretaria del Tesoro de dicho país, Janet Yellen, para eliminar el cobro de las sobretasas (uno de los pedidos argentinos más importantes en la negociación con el FMI) ya que esta política “daña a los países en crisis que tienen lo que se llama acceso excepcional” al FMI porque “se les cobra más cuando la situación está peor”. “Eso no ayuda a cumplir con la misión del FMI de garantizar la estabilidad financiera global. Los países con estas sobretasas de interés pierden recursos con los cuales llevar adelante las inversiones que se necesitan para mejorar la capacidad de repago", completó.