Pedro Galimberti tiene una pelea a dos bandas en las elecciones de este domingo en Entre Ríos. El intendente radical de Chajarí aparece como el challenger que encabeza la lista que competirá en la interna de Juntos por Entre Ríos (JxER) contra la boleta que lidera Rogelio Frigerio, favorito de antemano, quien lidera un armado que incluye a buena parte de la UCR local, representada entre otras figuras por Atilio Benedetti. Justamente el excandidato a gobernador por el radicalismo es el otro objetivo en la mira de Galimberti. Es que, consciente de lo desigual de la tenida, el jefe comunal se puso como meta alcanzar el 25% de los votos para ganar perdiendo, integrar la lista ganadora y desplazar a Benedetti del tercer puesto de la nómina. Ese casillero es el último de los que tiene expectativa de coronar con una banca en Diputados si la alianza opositora derrota al peronismo gobernante en noviembre en la provincia, que pone cinco bancas en juego.
Sin sponsor empresarial, Galimberti apuesta a la militancia y a la épica radical para ganar esa contienda al frente de un radicalismo rebelde y posicionarse hacia adentro y hacia afuera del partido. En el último tramo de la campaña, recorre Entre Ríos para instalar su nombre por fuera de su ciudad, que tiene casi 33 mil habitantes en una provincia que suma 1,3 millones de personas. El jueves cerrará su etapa proselitista en el Club Echagüe de Paraná junto a Darío Schneider y Mariana Salinas.
El intendente de Chajarí es el único precandidato de esta pelea electoral que decidió apuntarle a Frigerio. Lo hace en las recorridas y en las redes sociales, los únicos canales a los que tuvo acceso para desarrollar su campaña ante la marcada presencia de su competidor interno, que plagó las rutas y los principales espacios de cartelería en las ciudades entrerrianas.
En diálogo con Letra P, uno de los armadores de la propuesta de Galimberti confía en que “la militancia de base” acompañará la boleta. El dirigente asegura que “el verdadero militante radical o integrante de una familia tradicional de la UCR”, en cada uno de los pueblos, está viendo en la oferta que encabeza el chajariense “el revivir del radicalismo”. Aprovecha esa definición para acusar a sus correligionarios que se sumaron a las huestes de Frigerio de “correr con el caballo del comisario”. Básicamente, los acusan de oportunistas.
El armado del espacio que lleva a Galimberti como primer precandidato a diputado nacional tuvo su origen cuando un grupo de intendentes radicales se mostró dispuesto a competir en una interna partidaria, que finalmente no se dio. Fue entonces que decidió presentarse como una escudería netamente identificada con la UCR, pero al final debió recurrir al PRO. De hecho, la segunda precandidata de la lista es la macrista Salinas, del espacio del concordiense Roberto Niez. Si bien se fue desinflando esa armazón partidaria, en cada pueblo logró posar en una foto con portador o portadora de apellido radical.
Antiporteñismo
Galimberti fue quien más se encargó de subrayar que su adversario interno, aunque haya fijado domicilio en Villa Paranacito hace unos años, tiene su recorrido fuera de la provincia. En este sentido, recuerda que fue diputado de la Ciudad de Buenos Aires por el PRO y presidente del Banco Ciudad.
La semana pasada, con la llegada de Martín Lousteau para apoyar a Frigerio, el chajariense se despachó en Twitter: “Siguen importando candidatos de Buenos Aires” y encuadró irónicamente su visita en el marco de una “temporada turística”.
Hace unos días, el presidente de la UCR nacional, Alfredo Cornejo, mantuvo un encuentro virtual con Frigerio, lo que generó la reacción de integrantes del Comité Provincial. En un comunicado, le pidieron “la necesaria cordura y la convivencia para con los afiliados, las militancias y las precandidaturas que se están poniendo en juego en la provincia de Entre Ríos”. “Le hacemos llegar nuestra preocupación ante su posicionamiento público por una de las listas, lo que genera no solo malestar hacia el interior del órgano partidario, sino un descontento frente al respeto que debe tener la institución ante todos y cada uno de los radicales”, remarcaron los firmantes. El texto fue rubricado por radicales que forman parte de la conducción y apoyan a Galimberti.
El sector del intendente no pudo hacer pie en Paraná. Allí se especuló hasta el último momento respecto de un acuerdo con el sector de Lucía Varisco, la diputada provincial e hija del último intendente radical de la ciudad, Sergio Varisco, que finalmente irá por fuera del frente.
Con el apoyo de nombres que supieron ser referentes de relevancia en sus territorios pero hace un tiempo no están en la primera plana, Galimberti ató su suerte a la “épica radical” y al resurgimiento de su partido desde una lista que encabeza una boina blanca.
El domingo, luego de contar los votos, el intendente de Chajarí sabrá en dónde quedó parado y si logró colarse o no en la lista de JxER para noviembre. En el fondo, no pierde la ilusión de lograr la carambola a tres bandas que rompa todos los pronósticos y lo ponga enfrente de su máximo objetivo: derrotar a Frigerio, para empezar a penar en la pelea de 2023. Quien gane la interna de la coalición opositora quedará posicionado para pelear la sucesión del gobernador Gustavo Bordet. Al fin de cuentas, esa ambición fue el inicio del camino que tendrá una parada determinante este domingo 12 de septiembre.