A días de las PASO, el dólar blue se mantenía planchado, los tipos de cambio de la Bolsa seguían negociándose en la tónica de las últimas semanas y el Banco Central seguía abasteciendo de divisas a las empresas importadoras, incluso a quienes aceleraron compras para cubrirse de una eventual devaluación. En la Argentina de los cepos, el dólar no roza el sprint final de la campaña electoral. Y si bien la autoridad monetaria pasó a terreno vendedor en los últimos días, era un escenario que tanto su presidente, Miguel Pesce, como las consultoras, descontaban.
¿Qué hay detrás de la calma del dólar? Primero, una liquidación de divisas récord. El último viernes, ingresaron U$S120 millones por exportaciones que permitieron al Banco Central terminar la jornada con saldo neutro y abastecer a la mayor demanda de las importadoras. El periodo de la cosecha gruesa ya terminó y todavía queda un 20% de remanente sin exportar. La autoridad monetaria preveía terminar agosto con ventas netas y finalizó equilibrado. Y anticipa que en septiembre perderá menos dólares de lo que calculaba originalmente.
La liquidación récord permitió ventas al sector importador también elevadas. En junio, obtuvieron U$S5900 millones. En julio y agosto, cerca de US5700 millones por mes. En los tres meses, las divisas para importar energía promediaron U$S 800 millones. La expectativa oficial es que la mayor actividad en Vaca Muerta y el mejor clima ayuden a reducir esas necesidades, profundizadas por la bajante del río Paraná. El dólar oficial hípercontrolado no es un problema y los precios altos de los commodities dieron un colchón para acelerar la importación, sobre todo de bienes de capital, bienes intermedios, piezas y partes. En el Gobierno sostienen que quienes importan aceleraron la demanda de billetes en los últimos días y que el Banco Central no hizo nada para cuotificar esas erogaciones. Pesce suele decir que con los U$S7000 millones comprados en el año, hay divisas para la producción.
Los consultores de la city compraron por ahora el ritmo de devaluación que prevé el Gobierno. El último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), que elabora cada mes el Banco Central, marcó un tipo de cambio oficial de $105,75 para fin de año, lo que implicaría una suba de la divisa de 8% para completar un 24% en el año. Para el año que viene, las expectativas son más problemáticas: los analistas estimaron que el dólar pasará los $154 a fines de 2022, con una suba de 46%.
En el dólar de la Bolsa, las expectativas son divergentes. Las últimas restricciones retrajeron el volumen operado en un 20%, lo que alivió el ritmo de intervención del Banco Central para mantenerlo en la zona de los $171. Según operadores del mercado, el volumen del dólar Senebi (que se negocia por fuera de las pantallas y se erigía como la nueva referencia "libre") se aquietó con el corte del último rulo cambiario. Eso le permitirá a la autoridad monetaria conducir sin problemas a la divisa alternativa hasta las PASO e incluso de cara a las elecciones generales de noviembre. La discusión pasa por el costo y la sostenibilidad de las restricciones.
"Se ve algo de mayor intervención al final de agosto, pero el haber cortado el rulo limita mucho el volumen del "Senebi"", dijo a Letra P el CEO de Analytica Ricardo Delgado. "Eso explicaría la calma ¿chicha? de estas semanas", profundizó, con una duda sobre la eficacia hacia adelante. Pero descartó un salto cambiario atado a un resultado electoral de este domingo. "No lo veo, al menos no algo significativo", sostuvo.
No hay datos oficiales sobre la intervención oficial en el contado con liqui. Las consultoras privadas sostienen que es elevada y creciente y el Banco Central lo relativiza. Un informe de Equilibra estimó que, con las mayores restricciones, "el BCRA redujo su intervención diaria a través de bonos desde U$S 30 millones a fines de julio hasta U$S15 millones en la última semana", y agregó que "deberá gastar U$S 22 millones diarios en promedio para mantener la brecha 'intervenida'". Eso implicaría desembolsar mediante operaciones con bonos U$S 1300 millones hasta después de las elecciones generales.
Equilibra puso el ojo en la última semana de operaciones cambiarias y advirtió que, si se suman las invenciones oficiales en el mercado de bonos a las ventas en el MULC, "la entidad monetaria resignó unos US$ 500 millones en la última semana para llegar a las elecciones con un mercado cambiario sin turbulencias". Eso, consideró, "no es sostenible".
La intervención del BCRA en el mercado de títulos sería bastante inferior a los U$S10 millones diarios.
Las fuentes oficiales hacen otras cuentas. La intervención del BCRA en el mercado de títulos, dicen, es significativamente menor. No entregan números, pero sostienen que es bastante inferior a los U$S10 millones diarios. La "plancha" del CCL se nota hacia el final de la rueda. Durante la jornada puede tocar valores de hasta $173, pero cerca de las 17 baja al precio inferior a $171 que deja tranquilo al Ejecutivo. En el Gobierno perciben una oferta genuina de billetes en el CCL, de empresas que traen divisas para apostar en pesos: mineras, petroleras y fondos de inversión que ven activos argentinos a precios de remate. Es un volumen de entre 15 y 20 millones de dólares diarios.
Un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) podría conducir las expectativas después de noviembre. El Gobierno prevé un escenario con brecha cambiaria por un largo tiempo. La pregunta, sin respuesta, es qué pasará cuando se reabra el turismo y los dólares comerciales tengan que cubrir importaciones, viajes y, en algún momento no tan lejano, los pagos de deuda.