En las elecciones legislativas de 2009, luego de haber alcanzado la presidencia con el 45% de los votos, Cristina Fernández de Kirchner sufrió una contundente e inesperada derrota en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Entre Ríos, Santa Cruz y en la Ciudad de Buenos Aires. La herida más profunda la infligió un empresario colombiano llamado Francisco de Narváez.
Inmediatamente, la oposición anunció la defunción del proyecto kirchnerista y celebró el comienzo de una nueva etapa que catapultaría al audaz empresario a la gobernación de la Provincia de Buenos Aires, mientras que la victoria de Gabriela Michetti en la Ciudad de Buenos Aires entusiasmó a Macri que se frotaba las manos imaginando su llegada a la Rosada.
Los principales medios de comunicación en Argentina y algunos del extranjero como El País, de España, daban por sentado que el peronismo tendría que recalcular sus planes y buscar una nueva opción para las próximas elecciones presidenciales. Los Kirchner ya no tenían chance.
Los radicales también tenían razones para envalentonarse. Julio Cobos se había impuesto en su provincia natal con el 50% de los votos.
Muchos esperaban ansiosos que Cristina Kirchner admitiera la derrota y realizara cambios inmediatos en su gabinete de ministros. Sin embargo, la presidenta (que todavía no era “Cristina”) se negó a hacer los cambios que le demandaba la oposición y los principales medios de comunicación. El resto de la historia es bien conocida.
El gobierno de Alberto Fernández sufrió un golpe muy duro en las PASO. Un sector importante de la sociedad expresó su descontento con el oficialismo en general y con Alberto Fernández en particular. Pero quien debe tomar nota del fuerte golpe recibido no es sólo el presidente y su gabinete sino el peronismo.
¿Por qué Cristina presiona a Alberto Fernández para que pegue un volantazo en medio de la campaña cuando ella no lo hizo tras ser vencida en las urnas en 2009? ¿Acaso está aprovechando el kirchnerismo el momento de debilidad de Alberto Fernández para conquistar espacios de poder? ¿Es conveniente dar la discusión interna en este momento?
Pareciera que un sector de la coalición gobernante está aprovechando los resultados de esta elección para conquistar más espacios de poder. Sin embargo, el riesgo de sobreactuar la derrota es muy grande. ¿Acaso alguien se acuerda de Cobos, de Narváez o Michetti?
Es poco probable que el oficialismo pueda revertir el resultado de las PASO, pero la embestida interna que está sufriendo el presidente podría ampliar la brecha en las elecciones generales y peor aún, podría generar una crisis política y social sin precedentes.