Desde la “sorpresa” que manifestó Margarita Stolbizer por la inclusión “del hombre este” en la lista que ella integra, hasta la imposibilidad de “importar noruegos” con la que Facundo Manes improvisó un argumento, la participación del exintendente de Malvinas Argentinas Jesús Cataldo Cariglino como precandidato a diputado nacional en la boleta de Dar el Paso generó ruidos internos, focalizados en un perfil del exbarón del conurbano con anclaje en el peronismo ortodoxo que, para algunos concubinos de espacio, poco tributa a la pretensión de nuevos aires que la UCR busca imprimirle a la propuesta.
Arribado a esta lista de la mano del sanmiguelino Joaquín De la Torre, que tampoco es la personificación de la nueva política, Cariglino forma parte de la pata peronista que el neurólogo radical necesita para hacer pie en el conurbano. Eso lo tienen en claro en el entorno del excacique: “Donde camina Jesús, la gente lo reconoce”, enfatizaron a Letra P para retratar que en la primera recorrida a la par entre Cariglino y Manes, esta semana en Los Polvorines, “era la gente la que se acercaba”.
Propios y adversarios identifican esa localidad como uno de los principales reservorios del voto afín al exjefe comunal, que en 2019 cayó por más de 40 puntos contra el actual intendente y quien lo destronó del sillón de mando en 2015, Leonardo Nardini (FdT). “En Polvorines hizo mucho asfalto y hospitales. Distinto es en Grand Bourg o Tortuguitas”, grafican voces de la arena política malvinense sobre el mapa de calor del voto cariglinista.
El neurólogo no reflejó esta actividad en sus redes, mientras que en la comunicación de campaña las fotos no lo mostraban a Cariglino, que sí exhibió una serie de instantáneas en sus cuentas. En el armado del malvinense no ven fantasmas y aseguran que la relación es “excelente”, que hay “mutuo respeto” y que Manes “reconoce la gestión de Jesús en Salud”. Sobre los dichos de Stolbizer, buscan bajarle el tenor y apelan a la “construcción amplia”, sin dejar de apuntar contra “los dogmas que pueda llegar a tener algún grupo político”.
El entorno del exintendente asegura que no están pensando en 2023, aunque destacan la importancia de cruzar este 2021 con éxito para configurar el futuro. Pero a la cautela le sigue la afirmación: “La gran mayoría de Malvinas quisiera un retorno de Jesús Cariglino intendente”, afirman, y ponderan que, cuando se erigió intendente en 1995, en el distrito “había 80 empresas” y que 20 años después, cuando dejó el mando, “había 900”. Se ilusionan con un “desgaste” de la gestión Nardini pero mantienen cautela sobre los pasos a mediano y largo plazo del excaudillo.
Pero la figura de Cariglino también genera reticencias internas en el ámbito local. La conducción del comité malvinense de la UCR manifestó su “repudio y disconformidad” por no tener lugar en la boleta local. En un comunicado, denunciaron cómo Cariglino incidió en la “confección de listas propias y ajenas”, a la vez que anunciaron su respaldo a Diego Santilli y al precandidato a concejal de ese sector Lucas Aparicio.
Ganadores de la interna en marzo con Luis Pescel a la cabeza, el comité distrital es timoneado por el sector que jugó fuerte por Gustavo Posse y que sintoniza con Albi Czernikowski, excandidato amarillo a la intendencia que, a pesar de ser funcionario del municipio PRO de Campana, mantiene su radio de acción en Malvinas con ONG propia y padrinazgo de un merendero en Grand Bourg. En el comité local no dudan de que la identidad possista de la conducción fue la razón por la que quedaron afuera de la nómina local de Manes.
Así, describieron a Letra P que la lapicera de esa lista la tuvo exclusivamente Cariglino, anotando en primer lugar al médico Marcelo Labonia y llevando en el cuarto casillero a la dirigente radical Elsa Monzón, quien, a pesar de ser afiliada al partido centenario, en el Comité no la admiten como propia ya que –aseguran- trabaja con Cariglino hace 15 años.
Sin lugar en la boleta bendecida por Manes, el radicalismo malvinense había avanzado en conversaciones con el doctor Carlos Kambourian, uno de los tres precandidatos de la interna de Juntos y que juega con Santilli. A priori, se hablaba del segundo y tercer lugar para boinablancas en esa lista, pero, según detallaron diversas fuentes consultadas, a última hora del sábado 24 de julio en el comité radical recibieron un llamado del sector de Kambourian, rompiendo ese acuerdo. Ya sin margen, la UCR malvinense no pudo anotar nombres en la competencia interna, pero sí fijó postura. Días más tarde, con el visto bueno de Czernikowski, acordaron respaldar al precandidato amarillo Lucas Aparicio.
Más aún, el movimiento de último momento de Kambourian sedimentó certezas radicales sobre sospechas que allí flotaban en torno a una injerencia de Cariglino en aquella lista. Deducen que, para licuar el escenario interno y que Labonia no tuviera que afrontar un mano a mano con Aparicio, el excacique puso en cancha a Kambourian, que integró el sistema de salud de Malvinas Argentinas durante su gestión y que, ahora, se pega a la lista de Santilli con la que también juega Aparicio. En el territorio, armadores de Aparicio identifican a operadores históricos del cariglinismo trabajando para Kambourian.
Y no solo eso, también hay voces que identifican la muñeca de Jesús en la lista que José Luis Espert pone en Malvinas Argentinas, la cual está encabezada por Fernando Schachtl, quien promovió el regreso de Cariglino a la comuna en 2019. “Jesús pone huevos en varios canastos”, deslizó un armador que advierte que ya lo hizo antes.
Quienes lo enfrentarán internamente a Cariglino admiten que aún cuenta con una tropa de leales de larga data, pero que su estructura lejos está de ser la de sus años de esplendor. En 2019, su intento frustrado de regreso cosechó un 24%, frente a un 68% de Nardini. Esa derrota aplastante hace que, cerca y lejos del exbarón, duden de un nuevo intento por la comuna en 2023. No hay mucho margen para pensar más que en septiembre. Allí, un sector del PRO y la conducción de la UCR local (desplazada del armado de Manes) buscarán dar vuelta la página del cariglinismo. Mientras, Jesús le reza a Manes.