LA ECONOMÍA Y LAS URNAS

Dinero extra, dólar quieto y vacunas, el plan oficial para llegar a las PASO

Con poco margen para aliviar el bolsillo, el Gobierno reactiva paritarias y el gasto público. El temor de que el miniboom de consumo desmadre la inflación.

Con el 29 por ciento de inflación anual sepultado, ningún funcionario se atreve a fijar una nueva expectativa oficial que sirva de hoja de ruta. Pero los hombres y mujeres que rodean al presidente Alberto Fernández entienden que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) puede terminar 2021 en torno al 42%. Sería una derrota digna: un número muy por encima de la ambiciosa estimación del ministro de Economía, Martín Guzmán, pero no tan dramático como el casi 50% que proyectan muchas consultoras. Con ese partido perdido, el oficialismo se prepara para reabrir las paritarias del sector privado, subir el Salario Mínimo Vital y Móvil (que impactará en planes sociales) y dar bonos a jubilados que les compensen la pérdida de poder adquisitivo. Eso, sumado a la devolución del impuesto a las Ganancias para los trabajadores más acomodados, la mejora en el monotributo y la vacunación masiva, llevaría algo de dinero extra a los bolsillos.

 

En despachos oficiales calculan que la inflación mensual puede empezar a acomodarse en torno al 2,2% promedio de acá a fin de año. Es un número más que optimista, con un junio que mostrará un número en torno al 3%, según las estimaciones de las consultoras privadas. Los economistas creen que la inflación viajará a menor ritmo que en el primer semestre, pero para Analytica, por ejemplo, lo hará al 2,6% promedio. Guzmán se quemó con leche y no dio, por ahora, un horizonte que sirva como brújula oficial. "La inflación ha mostrado una tendencia mensual decreciente. Habíamos dicho que marzo iba a ser el mes de mayor inflación en el año y a partir de marzo esperamos una reducción en la tasa mensual. Eso fue lo que ocurrió", sostuvo la semana pasada en Bariloche, ante empresarios.

 

Lo peor de la inflación de commodities ya parece haber pasado, los aumentos de tarifas de un dígito y la moderación en el ritmo de depreciación del peso (el dólar oficial subió 1,25% en mayo y 1% en junio) justifican la afirmación de Guzmán. A lo sumo, dicen en el Gobierno, podría haber algún rebote hacia septiembre, atado a la recuperación del consumo. Es que el Ejecutivo espera tener una economía más abierta hacia finales de agosto, con las primarias en el radar, gracias a la vacunación. El repunte del IPC sería la contracara de una buena noticia, con los sectores más castigados por el año y medio de restricciones volviendo a una relativa normalidad.

 

Para que eso ocurra, además de vacunar y reabrir, es necesario que los consumidores tengan plata. Dos informes privados coinciden en que la política oficial, en clave electoral, se orientará al bolsillo. Ecolatina proyectó que el salario real crecerá (se recuperará en realidad) 3,5% en la segunda mitad del año, por las renegociaciones paritarias. "Esta configuración de las recomposiciones alentará la recuperación de la demanda de bienes no básicos y servicios, los consumos de los deciles mejor ubicados. En números, los tres deciles más altos destinan casi un 75% de sus ingresos a compras 'no indispensables'", indicó la consultora. "Es probable que las ventas de estos rubros, las más golpeadas durante el año pasado, empiecen a recuperarse en la segunda mitad del año -vacunas y caída de contagios y restricciones mediante-", continuó.

 

La consultora Equilibra ve un escenario similar: "Tras un primer semestre de relativa paridad entre precios y salarios, prevemos una mejora del poder adquisitivo de los trabajadores en torno a dos puntos porcentuales para la segunda mitad del año. A este resultado se llega por la combinación de mayores subas de salarios (...) y una menor inflación, que perforaría el piso de 3% promedio mensual gracias al uso intensivo del ancla cambiaria y tarifaria", indicó.

 

Con todo, la recuperación salarial no será un shock ni nada parecido. El coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, Luis Campos, recordó vía Twitter que, con los datos disponibles a abril, los salarios del sector privado perdían 5,6% de poder de compra en un año y los del sector público, 9 puntos.

 

El índice de Confianza en el Consumidor de la Universidad Torcuato Di Tella rondaba el 34%, el número más bajo de la presidencia de Fernández. "Esto ratifica la necesidad del oficialismo de un cambio de 180 grados en el sesgo de la política económica para el segundo semestre: tras una primera mitad del año en que el Tesoro casi logró equilibrio primario y el BCRA acumuló más de USD 4.000 millones de reservas netas", indicó Equilibra. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el ajuste cayó sobre los haberes que paga el Estado: a mayo, las jubilaciones caían 10 puntos y los salarios públicos, 7,9 puntos porcentuales.

 

Datos de actividad flojos (con una caída mensual en abril del 1,2%, según el Indec) contrastan con buenos guarismos en la inversión. La consultora Orlando Ferreres y Asociados midió que, en mayo, la inversión creció 31,4% anual en volúmenes físicos y acumuló en cinco meses una expansión del 29,1%. "La inversión productiva crece y genera puestos de trabajo bien concretos", le dijo el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas a Letra P. Según datos del Ministerio de Trabajo, el empleo formal creció 0,4% anual en abril en la industria y 2,5% anual en la construcción. Aunque el comercio y el turismo seguían en picada, con una caída del, 2,3% anual en mano de obra ocupada. "El dato de desempleo (del primer trimestre del Indec) sorprendió para bien", destacó LCG semanas atrás. Muchos trabajadores informales estarían reinsertándose al mercado laboral.

 

Martín Menem y Karina Milei.
Javier Milei en una exposición de maquinaria agrícola, uno de los pocos sectores industriales con expectativas

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