Mientras mira la evolución de la curva de contagios de Covid-19, la Casa Rosada tiene un ojo puesto en el cronograma electoral de Jujuy, donde se votará el 27 de junio. Sobre el filo de los plazos, el tándem formado por el Ministerio del Interior, que conduce Eduardo “Wado” de Pedro, y el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, intenta acercar posiciones entre dos sectores enfrentados del peronismo para sellar, antes de la medianoche, la unidad que permita hacerle frente a Gerardo Morales en el distrito que gobierna.
Al cierre de esta nota, el martes por la tarde, las conversaciones estaban estancadas y el peronismo, dividido en dos bandos. Por un lado, el que encabeza el presidente del Partido Justicialista, Rubén Rivarola, que tiene detrás de sí a la estructura tradicional del partido, intendentes y legisladores provinciales. Por el otro jugaba, al menos hasta el lunes, el trío que formaban el senador nacional Guillermo Snopek, y los diputados nacionales Carolina Moisés y Julio Ferreyra.
Por separado, los dos sectores se reunieron la semana pasada con el enviado de De Pedro, el subsecretario de Relaciones Municipales, Pablo “Tato” Giles, que fue el encargado de llevar el pedido de unidad de la Casa Rosada. “Entendemos que la unidad y el compromiso de los dirigentes políticos tienen que ser un pilar fundamental para construir soluciones de lo que verdaderamente debemos priorizar: la dignidad de nuestro pueblo”, escribió Giles en su cuenta de Twitter, junto a una foto con Moisés, Snopek y Ferreyra que, entienden, representan a la línea que más se identifica con la Rosada.
En paralelo, también hizo lo suyo Manzur. Como vicepresidente del PJ nacional y gobernador de la provincia más grande del Norte en términos de peso electoral, el tucumano se involucró personalmente en la construcción del armado de algunas provincias, como Jujuy, al tiempo que sigue de cerca la situación del PJ correntino, que todavía espera por la designación del nuevo interventor.
En Tucumán, Manzur recibió, también por separado, a Rivarola y a la dupla Snopek-Moisés. A los dos les pidió un esfuerzo para lograr una lista única, como la que el Frente de Todos consiguió en las elecciones nacionales de 2019, cuando se enfrentaron tres líneas internas y el peronismo se alzó con un triunfo tanto en las primarias de agosto como en las generales de octubre, colgado de la boleta de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. La ganadora de las PASO fue Moisés.
El 9 de junio de aquel año, en las elecciones provinciales, la división peronista le había dejado servido en bandeja un nuevo triunfo a Morales. El resultado fue 43,76% para el radical, mientras el peronismo se dividió entre Ferreyra, que obtuvo el 32,97%, y Snopek, que consiguió el 10,43%. El resultado fue la reelección de Morales.
La película quedó este martes a punto de repetirse, con algunos agregados. El sector que integra la diputada Moisés apunta contra Rivarola, a quien considera casi “socio comercial” del gobernador Morales y acusan de trabajar políticamente para el radical. Rivarola asumió al frente del PJ en 2017, tras casi un año de intervención del partido dispuesto por el Consejo Nacional, que estuvo encabezada por el exgobernador mendocino Celso Jaque.
En ese clima de acusaciones cruzadas se celebró el último Congreso provincial del PJ de Jujuy, el 8 de abril, que terminó en un escándalo, con denuncias contra Rivarola y el presidente del órgano, Nilson Ortega, por haber vedado la participación de congresales de otros sectores. “A libro cerrado y en 15 minutos se votó facultar al presidente del Congreso y al del Consejo Provincial partidario -Ortega y Rivarola- a conformar frentes y alianzas. Es decir, les entregaron la lapicera para conformar las listas”, explicó una fuente del peronismo local.
Tras ese episodio, la Casa Rosada y Manzur intentaron mediar en el conflicto para conseguir la unidad. Entre sus mensajes, el Gobierno dejó en claro que solo en caso de que hubiera acuerdo para cerrar una sola lista, esa nómina podría llevar el nombre del Frente de Todos. Rivarola desoyó la orden y este lunes envió al apoderado del partido, Matías Llamas, a inscribir el Frente de Todos-PJ ante el Tribunal Electoral Permanente de Jujuy. A eso se suma que la sociedad Snopek - Moisés entró en crisis a último momento, luego de que el jefe político del senador, el exvicegobernador Guillermo Jenefes, llamara a cerrar un acuerdo con Rivarola. Contrarreloj, por estas horas la Casa Rosada todavía trabaja para acercar posiciones entre los dos bandos.