SEMANA SANTA FE

Saindependientes

La oposición necesita mantener al criminólogo en la cancha a pesar de su salida. Adjudicarle a Perotti los errores gratuitos del exministro, el plan.

Marcelo Sain fue, durante sus días de ministro de Seguridad, una agenda en sí mismo. Con sus medidas y sus dichos, generó hechos políticos. Contagió a algunos propios y motivó a los ajenos, quienes entendieron que la sola presencia del criminólogo en el gabinete era pura pérdida para el gobernador Omar Perotti. Ahora, tras su salida, el Frente Progresista azuza su nombre para mantenerlo en la picota y esmerilar aún más la gestión oficialista.

 

Sain le dio de comer a la oposición en Santa Fe. Entrada, plato principal y postre. Fue un búmeran para Perotti. Al principio fue novedoso y disruptivo, luego incómodo y, al final, insostenible. Sobre el cierre de su gestión, ya no se llevaba las marcas y era Perotti el que pagaba los platos rotos de sus tropezones gratuitos.

 

El ingreso del nuevo ministro, Jorge Lagna, le dio aire fresco al gobierno. De extensa trayectoria política, conciliador y de perfil bajo, procuró en sus primeros días bajarles beligerancia a su trabajo y a sus palabras. Si bien Santa Fe y, sobre todo, Rosario atraviesan un fenómeno híper violento, el sureño le dio tranquilidad a Perotti, un ánimo que, al menos en la escena pública, Sain no le aportó en muchas ocasiones.

 

Tras su salida, el exministro no perdió el tiempo y pidió regresar al Organismo de Investigaciones del Ministerio Público de la Acusación. Es inminente la decisión del fiscal general, Jorge Baclini, quien debe levantar el pedido de licencia que el criminólogo tomó en su momento. Pero el diablo metió la cola.

 

Socialistas, radicales y Juntos por el Cambio quieren afuera de la provincia a Sain. Le pidieron a Baclini que no permita que asuma y, por otro lado, avanzaron con el pedido de juicio político que ya descansaba en la Legislatura. Sorprendió que el exgobernador Miguel Lifschitz se pusiera al frente del embate.

 

La oposición necesita que Sain se mantenga en el candelero, necesita que Sain cometa errores no forzados y necesita responsabilizar a Perotti de ello. Todo sirve en el 2021 electoral. “Es una persona que ha demostrado un alto nivel de agresividad y descalificación permanente hacia todos los dirigentes del arco opositor, periodistas y otros actores de la sociedad. Difícilmente una persona pueda cumplir un rol con ese grado de fanatismo”, avisó Lifschitz.

 

Sain, por otro lado, dejó su impronta y su material. La reforma policial que escribió junto a su equipo, separada en tres proyectos de ley, duerme en la Legislatura. Los expedientes ingresaron en octubre y el gobernador pidió su tratamiento en extraordinarias. No parece tener mucho margen la oposición para demorar aún más su aprobación. Al menos, de uno de los tres proyectos.

 

Eduardo Spuler (de lentes) ministro de la Corte Suprema de Santa Fe.
La planta de Dow Argentina en Santa Fe, hoy cerrada. // Foto: InfoGremiales.com.ar

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