Marcos Corach es el funcionario político y ministro de mayor confianza del gobernador Omar Perotti. Con el titular de Gobierno Roberto Sukerman casi fuera de la cancha, luego de haber jugado en la interna para Agustín Rossi, el titular de la cartera de Gestión Pública se transformó casi en el único interlocutor de peso de la Casa Gris con la oposición. En ese rol, logró destrabar la ley de conectividad que descansaba mansa en la Cámara Baja.
Letra P lo encontró de recorrida por Funes, donde anunció una obra de repavimentación junto al intendente Roly Santacroce. Corach admitió que se viene un “reacomodamiento” dentro del PJ santafesino, avisó que Perotti va a hacer “algunos ajustes” en el gabinete antes de fin de año y abre la puerta a entendimientos legislativos con el socialismo para destrabar proyectos e intereses del Ejecutivo. “Sería muy necio de mi parte decir que después de las elecciones todo sigue igual cuando sabemos que no es así”, remarcó el ministro de Gestión Pública.
-¿Qué análisis hace el gobierno provincial a menos de dos semanas de las elecciones?
-Estamos trabajando mucho, absolutamente convencidos de la necesidad de llevar a Marcelo Lewandowski al Senado y a Roberto Mirabella a la Cámara de Diputados, porque lo que hoy estamos viendo acá en Funes y en el resto de la provincia queremos que se replique en la Nación. El gobernador ha puesto todo su esfuerzo, su cuerpo, su nombre en esta lista porque quiere que la gente de su equipo llegue a Buenos Aires y trabaje para la provincia de Santa Fe.
-El 12 de septiembre se saldó una interna dentro del PJ. ¿Qué implica eso de ahora en más, más allá del 14 de noviembre?
-Genera necesariamente un reacomodamiento, no tan romántico y poético que lleva su desgaste, su diálogo, su falta de diálogo. Pero hay que generarlo y las condiciones están dadas hoy. Nuestro objetivo es que la provincia pueda revertir 12 años de gestiones, hay que transformarla desde abajo. Queremos que los 365 municipios y comunas tengan buena calidad de vida y que cada uno de los habitantes de esas localidades, si quiere irse que sea por su propia decisión, pero no porque no tiene Internet o pavimento, agua o cloaca.
-¿Hay otro lugar para los intendentes en ese futuro reacomodamiento del PJ?
-Son los brazos ejecutores de la política provincial. Cada uno sabe, y en el caso de Funes en particular tienen un intendente que cuanto menos es intenso porque gestiona, pide y reclama por los derechos de los habitantes de Funes… nosotros necesitamos que todos tengan esa característica. Hay que cargarse la gestión al hombro y no queremos que vengan a Santa Fe a perder el tiempo. Por eso es importante la conectividad, no es necesario que tenga que viajar 300, 400 kilómetros, es una provincia demasiado grande.
-Los reacomodamientos alcanzan a la oposición. ¿Se viene una suerte de acercamiento, alianza con el socialismo en la Legislatura?
-Tenemos muchos diálogos abiertos, sería muy necio de mi parte decir que después de las elecciones todo sigue igual cuando sabemos que no es así. Para el postelectoral, se han modificado los actores, los protagonistas y hoy estamos abriendo nuevos diálogos con nuevos actores, lo cual definitivamente ayuda la gestión ejecutiva y ayuda también a la acción legislativa.
-¿Después del 14N se vienen los cambios de gabinete?
-El gobernador dijo que, como buen contador, espera los balances de diciembre. Él tomará la decisión de hacer los cambios que crea necesarios. Lo ha dicho en algunas oportunidades, algunos ajustes va a hacer, pero el contador es él y el que firma el balance es él.