Con un combo de nuevas restricciones para pagar importaciones y hacer "contado con liqui", el Banco Central (BCRA) y la Comisión Nacional de Valores (CNV) buscan contener el drenaje en las reservas, en momentos en que la presión dolarizadora avanza tanto en los mercados financieros como en el ahorro particular.
Con ese fin, el directorio del Banco Central resolvió limitar el pago anticipado de importaciones, que según las fuentes de la autoridad monetaria venía creciendo desde junio. La medida restringirá el pago de insumos y bienes hasta que ingresen a plaza. "La medida solo aplica en los casos en que se estén realizando importaciones por mayor valor del que se ha ingresado, por lo que afecta a un 13% de las mismas", indicó el BCRA en un comunicado. "La medida estará vigente hasta el 31 de octubre y busca equilibrar los pagos con los bienes ingresados al país", agregó. Según los datos oficiales, la brecha entre pagos realizados y bienes ingresados se amplió en agosto y septiembre, meses en los que se acumuló una diferencia de U$S1200 millones entre lo que ingresó y lo que se pagó. El equipo económico apunta a las grandes empresas, que tienen capacidad para pagar importaciones por adelantado y, al estar sobre stockeadas, acudirían a estas maniobras para blindarse de una posible devaluación.
Las regulaciones de la Comisión Nacional de Valores (CNV) buscan contener el drenaje de reservas vía ventas de títulos públicos y desarmar un "rulo" financiero que surgió con la última traba que impuso el regulador del mercado. Con el último cupo al Contado con liqui, de U$S50.000 semanales, surgió la posibilidad de comprar al precio intervenido en ese mercado y vender en otras plazas, sin intervención, más caro. "Lo que no se puede es comprar en el MEP y vender en otros mercados, como el CCL y el Senebi", indicaron a Letra P fuentes del equipo económico. Eso, porque se limitó la cantidad de títulos que se pueden comprar por semana (U$S50.000 nominales) y porque los dólares obtenidos por la venta de esos bonos deben quedar inmovilizados por 30 días y no se pueden vender más caro en el Senebi (mercado para grandes operadores), por ejemplo.
La operatoria vía Senebi se convirtió en una referencia del mercado de divisas a mediados de julio, cuando el Gobierno restringió el contado con liqui pero dejó abierta esa canilla paralela. Esos valores fuera de pantalla y de intervención directa permitieron a los fondos de inversión que buscaban salir del país hacerlo sin restricciones, a cambio de unos $190 por dólar. Los fondos se alimentaban de las divisas obtenidas por las sociedades de Bolsa y los inversores en el contado con liqui restringido e intervenido, pero con un precio que empezó a subir hasta $177. El rulo presionó sobre las reservas del Banco Central, a medida que el volumen operado en CCL crecía y la autoridad monetaria intervenía con más fuerza. También aceleró las expectativas de devaluación.
La mamushka de restricciones busca contener las expectativas devaluatorias que crecieron en las últimas semanas y provocaron una dolarización de portafolios por todos los medios posibles. Según datos oficiales, la cantidad de personas que compraron el cupo de U$S200 mensuales en bancos se duplicó en agosto respecto de los niveles de marzo a mayo, indicó la consultora Equilibra. Por otro lado, se liquidaron en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) U$S1287 millones de exportaciones menos de las que ya se devengaron, además de que se pagaron importaciones por adelantado. Todas apuestas contra el valor del peso.
En septiembre, el Banco Central vendió U$S950 millones netos en el MULC. Si bien los funcionarios destacaron que la cifra fue significativamente menor a la de otros años, la autoridad monetaria anticipó que espera continuar con las ventas este mes y el próximo. Entre lunes y martes, el BCRA vendió U$S150 millones en ese mercado al que solo acceden quienes están autorizados a pagar importaciones o deudas, además de los bancos que deben abastecer el cupo minorista. Según Equilibra, la intervención vía bonos le costó al BCRA otros U$S300 millones el mes pasado. Entre U$S12 y 15 millones diarios. "Con un stock de reservas netas de U$S4700 millones, muy lejos del pico de U$S7921 millones de mediados de julio, el ritmo de intervención actual no es sostenible durante muchos meses más", advirtió Equilibra.