Lorena Matzen tiene dos opciones: mantenerse en la conducción de UCR Río Negro o renovar su lugar en Diputados. Una prueba difícil la preocupa: apañado por el senador Alberto Weretilneck, el sector verde del partido pretende quedarse con el Comité provincia y allanarle a Juntos Somos Río Negro (JSNR) la posibilidad de lograr otra banca que robustezca el bloque federal que conduce el mendocino José Luis Ramón. En una interna que se definirá en abril, para la que recorre comités y localidades, piensa en hacerle frente a la embestida. De sus rivales sospecha de una posible alianza que fracture a Juntos por el Cambio.
El primer objetivo es armar las listas de los 38 comités locales. Luego de un descanso en la cordillera, empezó las recorridas que incluyeron Catriel, General Roca y Cipolletti. El plan es tocarle la fibra a los afiliados para cercar a Yamil Direne, un rival apuntalado por el oficialismo, que busca meter una cuña.
La UCR de Río Negro tiene ocho intendentes y son parte necesaria de la negociación. Matzen, de fluido contacto con los jefes locales, sabe que la tropa está dividida. Miguel Martínez (Ingeniero Huergo), Ángel Zingoni (Guardia Mitre), Yamila Direne (Valcheta), Hugo Funes (Chimpay), Félix Moussa (Ñorquinco), Víctor Hugo Mansilla (Darwin), Carlos Toro (Ingeniero Jacobacci) y Mariano Lavin (Fernández Oro) entran en este juego de roles que inclinará la balanza de la elección partidaria.
Esta desgastante instancia, que incluye permanentes recorridas en una provincia tan diversa como extensa, donde la capital, Viedma, está a casi mil kilómetros de la ciudad más populosa, San Carlos de Bariloche, y en la que la territorialidad influye en cada elección, marcará a fuego el rumbo. “Es un David contra Goliat”, repite la diputada a su entorno.
Y la conducción nacional está atenta a la discusión rionegrina. Según pudo constatar Letra P, Matzen se define por una u otra instancia. O es presidenta del partido o es candidata. La justificación es el desgaste que generó el doble rol del último tiempo. Esta decisión se sustenta en el acuerdo que existe entre las autoridades de Juntos por el Cambio para que sea una o un radical rionegrino el que encabece la lista que definirá dos bancas en el Congreso.
Alfredo Cornejo sabe que Patricia Bullrich no evitará que el PRO busque hacerse lugar en las listas por sobre los correligionarios y correligionarias. Esto genera zozobra en el entorno de Matzen, ante la encrucijada de esta instancia.
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Por eso juega a fondo en estos primeros meses del año. Apuesta todo a los comités de Bariloche y Roca, donde se mostró en los barrios. Apunta a sacar diferencia en municipios que alguna vez fueron bastiones radicales, como lo fuera la provincia durante 28 años.
Choele Choel es un territorio que cuenta como favorable. Los lugares complicados para la legisladora son Cipolletti, Comallo y Los Menucos.
De la ciudad que gobierna María Emilia Soria es Daniel Sartor, el histórico operador que hoy converge con Weretilneck. El Fino, como se lo conoce, es quien impulsa a Direne. Desde Viedma digita el armado de la lista verde para que beneficie al exgobernador; un amplio sector entiende que la victoria significaría un escenario que podría fracturar a Juntos por el Cambio en la provincia.