Un déjà vu. Como durante los años de Cambiemos, Molinos volvió a marcarle la cancha, esta vez a la gestión de Alberto Fernández, con la política de precios. Luego de haberse sentado Luis Pérez Companc a solas con el Presidente en Olivos, la alimenticia jugó fuerte contra el congelamiento de precios. Ahora, mediante enviados, le aclararon al Ministerio de Desarrollo Productivo su intención de renunciar a Precios Cuidados si el Gobierno no les habilita aumentos excepcionales por mayores costos en el programa Precios Máximos.
El Gobierno publicará este miércoles en el Boletín Oficial la extensión por 60 días del congelamiento y habrá allí una cláusula de actualización que será aplicada según mayores costos. La acordaron el ministro Matías Kulfas y el titular de la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal), Daniel Funes de Rioja. Aún desconocida, no les garantiza a todos que habrá subas ni tampoco de cuánto serían. Por esto, Molinos juega fuerte para presionar con sacar sus productos, importante en volumen y en lo simbólico, del plan Precios Cuidados, que establece valores de referencia.
Con Macri, también hubo aumentos.
La idea de Molinos la comparten varios gigantes del sector, que no quieren ceder rentabilidad que no puedan recomponer por otra vía. De todos modos, sólo la firma del conglomerado PECOM se animó a esta afrenta.
En mayo de 2018, el entonces presidente Mauricio Macri llamó a Olivos a un nutrido grupo de empresarios para pedirle que den una mano en el combate a la inflación. Amancio Onetto, de Molinos, fue uno de los más comprometidos en esa mesa, pero guardó un secreto: en los últimos quince días, Molinos ya había pasado subas de 10% y 7% en todos los grandes supermercados.
No fue el único esfuerzo de Cambiemos por la empresa: también la eximió de pagarle a la AFIP 70 millones de dólares por gravámenes a las exportaciones. En plena corrida cambiaria y luego de esa decisión, Molinos volvió a subir los precios, esta vez un 17%.