En Olivos, dos meses y diez días después de dejar el poder y a poco más de diez cuadras de la Quinta Presidencial que ocupó durante cuatro años, donde se ubican las nuevas oficinas que estrenó sobre Avenida Libertador, el expresidente Mauricio Macri recibirá a los altos mandos del PRO para una reunión de mesa chica tras la pausa política luego de la derrota electoral frente a Alberto Fernández.
Mientras se discute su liderazgo en la alianza Cambiemos, Macri hará de anfitrión en la cumbre PRO, el partido que en marzo renovará sus autoridades. Estarán la exgobernadora de Buenos Aires María Eiugenia Vidal, recargadísima de actividades durante el verano, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. También, el actual presidente del PRO nacional, Humberto Schiavoni, y su sucesora, Patricia Bullrich.
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Además, irán a las oficinas de Olivos el jefe del bloque PRO en Diputados, Cristian Ritondo, y el exsecretario general de la Presidencia Fernando De Andreis. Este último, de extrema confianza de Macri, asumirá como vocal del partido a pedido del expresidente.
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Se sentará en la mesa un invitado especial que no tiene afiliación amarilla: el peronista Miguel Ángel Pichetto será de la partida en una búsqueda de Macri de mantenerlo en su entorno político y dentro de la estructura de Juntos por el Cambio. El exsenador admite en privado que seguirá dentro de la órbita de la nueva oposición.
RECESO MOVIDO. Tras dejar la Casa Rosada, Macri se recluyó en Villa La Angostura hasta los primeros días de febrero. Aprovechó la distancia de Buenos Aires para desconectarse y pasar tiempo en familia, pero nunca apagó el celular. Recibió y realizó llamados a exfuncionarios, amigos, referentes y legisladores nacionales. A muchos les pidió que siguieran en política y vinculados al PRO; a otros, simplemente les preguntó si necesitaban algo.
En el medio de su descanso, encabezó una reunión con el PRO de Río Negro y produjo una hecatombe en su propio partido: en plena negociación del gobierno peronista con el FMI y los bonistas privados por la deuda que contrajo la administración Cambiemos, el expresidente dijo que él había alertado a sus ministros sobre el ritmo de toma de deuda. "Yo siempre les decía a mis funcionarios 'cuidado, que yo conozco los mercados, que un día no te dan más plata y nos vamos a la mierda. Y ellos me decían 'tranquilo'”, espetó y generó una ola de indignación en el partido amarillo.
Después, a 49 días de dejar la Casa Rosada, Macri volvió al primer amor: confirmó que asumirá como presidente de la Fundación FIFA, el brazo social de la Federación Internacional de Fútbol Asociado que trabaja en áreas como la educación y la reconstrucción de infraestructuras deportivas dañadas o destruidas alrededor del mundo.