El flamante embajador en España, Ricardo Alfonsín, sostuvo que la Unión Cívica Radical “se siente más cerca ideológicamente, por lo menos en cuestiones económicas y sociales, del peronismo que del PRO", aunque negó pertenecer al oficialismo: “No soy funcionario del Ejecutivo nacional, soy representante de la Argentina en este Gobierno", destacó.
El hijo del ex presidente Raúl Alfonsín sostuvo que le “costó” aceptar el cargo de embajador ofrecido por Alberto Fernández. "El primer ofrecimiento fue en noviembre y le dije al Presidente que yo podía ayudar desde otra instancia, desde mi propio partido, intentando que la UCR recuperara su identidad", relató el ex diputado nacional en una entrevista publicada por el diario Clarín. "Después me lo pidió de nuevo en diciembre y después me llamó desde Alemania. Una gran mayoría me apoyó, más allá de las críticas que trascendieron", agregó.
Para Alfonsín, "la UCR se siente más cerca ideológicamente, por lo menos en cuestiones económicas y sociales, del peronismo que del PRO" y también "respecto del rol del Estado en la economía".
Sin embargo, negó pertenecer al oficialismo: "No soy radical. No soy peronista ni justicialista. Yo no me incorporo al Gobierno. No soy funcionario del Ejecutivo nacional, soy representante de la Argentina en este Gobierno".
Además, Alfonsín señaló que no fue “opositor al gobierno anterior” y agregó: “Fui el más consecuente con lo resuelto por la UCR en la Convención de Gualeguaychú. Allí habíamos dicho que si perdíamos las PASO, como partidos diferentes en el frente, trataríamos de influir en las decisiones y de evitar que se cometieran errores. Nada de eso hicimos. Avalamos decisiones que hasta 2015 la UCR creía que eran equivocadas”
Eje de varias críticas desde su partido, Alfonsín analizó esas motivaciones y consideró que "algunos que han criticado" su posición lo hicieron "porque tienen miedo que se potencie dentro de la UCR una dirigencia que plantee un frente distinto".
"Hay algunos que están muy preocupados por la eventual desaparición de Cambiemos", señaló el dirigente y dijo que el radicalismo "tiene que discutir, poner al partido en estado de asamblea" y que "en todos lados se discuta qué pasó estos cuatro años", qué fue lo que hicieron "bien" y qué lo que hicieron "mal".
"La UCR no debe ser la expresión de la centroderecha, eso significaría traicionar su historia. Si la mayoría de los radicales deciden eso, muchos que nos hemos afiliado al partido por las ideas que representamos tendremos que pensar qué es lo que hacemos", dijo además en la entrevista.
Consultado sobre la gestión de Fernández, respondió: "Tengo un preocupado optimismo". "Preocupado porque la situación es mucho más difícil que la que existía en 2015. Lo reflejan los indicadores sociales", explicó, y afirmó que "las decisiones que se han tomado son las que hubiera tomado la UCR".
También consideró que "hay que decirle a la sociedad que otorgue un poco de tiempo al Gobierno" del Frente de Todos.
"Me preocupa porque la paciencia de la sociedad no es infinita y yo creo que si las cosas no andan bien no es que vuelve Cambiemos. Puede venir algo mucho peor, que se generen las condiciones sociales para la emergencia de liderazgos autoritarios como los que ya conocemos en distintos países", concluyó.