PJ bonaerense

La resistencia peronista

Gobiernan intendencias clave con varios mandatos sobre el lomo. Espalda con espalda, pelean para repeler el asalto K que planea el subcomandante Máximo.

Gobiernan distritos clave del conurbano bonaerense y tienen varios periodos sobre el lomo. Sobrevivieron a la ola macrista y revalidaron sus cargos en 2019 con más de 57% de los votos promedio, haciendo un aporte sustancial para la vuelta del peronismo al gobierno provincial y nacional. Es un grupo de intendentes de la vieja guardia que comanda el PJ bonaerense y resiste su ocupación, ante la avanzada del kirchnerismo que busca transformar el Partido en cabecera de playa para tomar Buenos Aires en la antesala de la elección de medio término.

 

La movida de La Cámpora para que el diputado nacional Máximo Kirchner desembarque en la conducción del PJ bonaerense va de la mano de la entronización de Alberto Fernández a nivel nacional y se plantea para el amanecer del año electoral. Los dueños de los votos plantan bandera. Ceder ahora la conducción y lugares centrales de la esfera pejotista les resta peso para negociar lugares en las listas. 

 

La conducción del partido está en manos de Gustavo Menéndez (Merlo) y Fernando Gray (Esteban Echevarría). Por el rol institucional que tienen, son capitanes de una armada en la que se anotan casi todos los intendentes del peronismo, con excepción de Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Mayra Mendoza (Quilmes) y Jorge Ferraresi (hoy ministro nacional e intendente en uso de licencia de Avellaneda), todos con marcado ADN K, más el jefe comunal de Pehuajó, Pablo Zurro.

 

El poder de los intendentes se expande por toda la estructura partidaria. Además de la presidencia, comandan buena parte de consejeros y consejeras por sección, que reportan a los jefes territoriales que miran con recelo la avanzada que encabeza el ministro del Interior Eduardo de Pedro. Para entronizar anticipadamente a Máximo K -el PJ debiera renovar autoridades en diciembre de 2021-, debiera renunciar la mitad más una de las autoridades, una ingeniería compleja. Mientras la resistencia se organiza, el kirchnerismo ya habría comenzado un trabajo hormiga para intentar convencer a consejeros de presentar la dimisión.  

 

Alberto Descalzo (Ituzaingó), Mario Ishii (José C.Paz), Andrés Watson (Florencia Varela), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Julio Zamora (Tigre), Juan Zabaleta (Hurlingham), Juan José Mussi (Berazategui) son algunos de los intendentes que no están dispuestos a ceder. Tampoco Fernando Moreira, de San Martín, que articula con el ministro nacional Gabriel Katopodis.

 

La situación cruza los límites del conurbano. En el interior, salvo casos puntuales, los intendentes con asiento en el PJ rechazan el plan K. La Cámpora ostenta la conducción del PJ en algunos distritos como Olavarría, con Federico Aguilera, excandidato a intendente y actual subsecretario de minería bonaerense. En Mar del Plata, el Partido está conducido por Juan Rapacioli, que tiene afinidad con Menéndez y reporta al exdiputado provincial Rodolfo Iriart. En el armado de listas 2019, hubo un acuerdo para respaldar a la camporista Fernanda Raverta como candidata a intendenta.

 

La tercera posición

A la foto hay que agregarle una pieza clave: La Matanza. El tándem que conforman la vicegobernadora Verónica Magario y el intendente Fernando Espinoza también tiene su peso dentro del partido y cedieron la conducción partidaria en 2017. Pero Espinoza controla el Congreso partidario y ahora busca también retener la Federación Argentina de Municipios (FAM). Esa es otra discusión, que también atraviesa al peronismo bonaerense, ya que el jefe comunal de Hurlingham tendría el aval presidencial para ser el nuevo presidente de la Federación. 

 

Como fuere, la dupla Magario-Espinoza tiene su cuota de poder y contarían con la adhesión de algunos otros intendentes del interior peronistas. Según supo Letra P, La Matanza no mostraría resistencia a la decisión de cambiar la conducción partidaria siempre y cuando sea una vez que venza el mandato de la actual conducción, en diciembre del 2021. 

 

Ante la consulta de Letra P, un intendente peronista de la Primera sección aseguró que es difícil conseguir la renuncia de todas las autoridades y que “lo más conveniente es hacerlo una vez que se terminen los mandatos vigentes”. Desechó que la avanzada de La Cámpora se ejecute en los próximos meses. El kirchnerismo busca arrancar marzo con el diputado nacional y jefe del bloque de legisladores nacionales del Frente de Todos ungido en la presidencia del Partido Justicialista bonaerense. La batalla está declarada. El final es incierto.

 

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