ABORTO 2020

Las cinco claves de una victoria más verde

Cómo se construyó un consenso más amplio que el de hace dos años. Las sororas, el rol de la Casa Rosada, la plataforma de 2018 y el eje en la salud pública.

Por Ingrid Beck y Gabriela Pepe

 

Una construcción transversal que fue capaz de soportar los sacudones de la política. Un discurso con eje en la salud pública. Un debate con pocos golpes bajos, que se erigió sobre la experiencia de 2018. El empuje en bloque de la Casa Rosada y la nula interferencia de los caciques territoriales. Sobre esas bases se edificó el histórico resultado favorable que dejó la votación por la legalización del aborto en la Cámara de Diputados.

 

La experiencia de 2018 y la lucha histórica del movimiento de mujeres marcaron el camino. Con el debate ya avanzado en la Cámara baja, expuesto ante la opinión pública desde entonces y presente en la campaña 2019, las diputadas y los diputados llegaron al recinto con un gran trecho transitado. El paso por las comisiones fue más breve y el tono de las discusiones, menos beligerante. El mediodía del jueves 10, el ala verde se sentó en el recinto con la convicción de que se llevaría un triunfo, pero sin cantar victoria hasta último momento.

 

Aunque todavía no hay certeza sobre los votos a favor en el Senado, reuniones por Zoom y grupos de WhatsApp que reúnen a funcionarias del Ejecutivo con diputadas y senadoras trabajan incansablemente en preparar a la Cámara alta para la sanción. El proyecto fue pensado y modificado en función de que no haya cambios cuando se trate, esperan, antes de fin de año.

 

“Esta ley no es de ningún presidente ni de ningún gobierno, es una conquista más del movimiento de mujeres”, arrancó Silvia Lospennato su discurso de cierre y agradeció a Alberto Fernández por llevar a cabo su promesa de campaña. “Esto lo estamos haciendo juntas, tan unidas en la lucha, que ninguna grieta podrá separarnos. Nobleza obliga, gracias al Presidente por cumplir su palabra y enviar el proyecto”, dijo. La diputada del PRO logró los mayores aplausos en el recinto y la emoción de legisladoras y legisladores verdes de todos los bloques. Los vínculos sólidos que las mujeres de la Cámara tejieron en 2017 para la ley de paridad de género y en 2018 para la legalización del aborto no se rompieron siquiera cuando la relación entre el oficialismo y la oposición atravesó sus momentos más ásperos.

 

La Casa Rosada hizo su parte. El Poder Ejecutivo marcó el tono inicial el 17 de noviembre, cuando el Presidente anunció el envío del proyecto que había prometido duranta la campaña y que anunció el 1 de marzo, ante la Asamblea Legislativa. Fernández puso el eje del debate sobre la salud pública. Al proyecto de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) le agregó la Ley de los Mil Días, que se propuso para brindar cuidado y acompañamiento a mujeres embarazadas y reforzar la asistencia sanitaria de los niños y las niñas durante los primeros años de vida. Fue una jugada que ablandó a los menos convencidos.

 

La presencia del Gobierno en el recinto a través de varias de sus funcionarias (Vilma Ibarra, Elizabeth Gómez Alcorta, Carla Vizzotti, Cecilia Nicolini, Mercedes D’Alessandro y la bonaerense Estela Díaz)  y de ningún varón también marcó quiénes serán las ganadoras, junto con las legisladoras, en este debate. La ausencia del Presidente, sobre cuya presencia se especuló en algún momento del debate, también fue clave. “No es conveniente. Este triunfo es del movimiento de mujeres. Es nuestro, pero también es de Brenda (Austin), de Silvia (Lospennato), de todas las mujeres que lucharon para que saliera. No vamos a apropiarnos de eso”, dijo a Letra P una de las funcionarias del Ejecutivo que pasó por el Congreso.

 

El empuje del Ejecutivo impulsó, también, un mayor compromiso para la bancada del Frente de Todos, además de un giro en la actitud de los gobernadores que en 2018 jugaron fuerte en contra de la legalización y esta vez optaron por “dejar hacer” a las diputadas y a los diputados de sus provincias. El efecto fue inmediato. La misionera Flavia Morales, que hace dos años había votado en contra, cambió su postura y se pronunció a favor. El sanjuanino Francisco Guevara se diferenció de sus coterráneos y de la postura del gobernador Sergio Uñac y votó por la positiva.

 

“Llegamos con un discurso más alineado en clave de salud pública, un Estado que envió dos proyectos, el de IVE y el de Mil Días, con una mirada integral. De algún modo es parte del proceso de 2018 y también de lo que sucedió antes. Además, se trata de un proyecto del Poder Ejecutivo, algo que no había sucedido antes”, apuntó la ministra Goméz Alcorta.

 

“Estamos muy contentos, fue un debate muy respetuoso”, fue la primera declaración de Ibarra después de la votación. La secretaria de Legal y Técnica habló con el Presidente apenas cerró el debate. Gómez Alcorta también se refirió al clima “poco beligerante” del recinto. “Eso tiene mucho que ver con que existió 2018, que puso en la mesa el debate, hizo que todo el mundo tuviera que hacer pública la posición sobre un tema que históricamente fue tabú”, indicó.

 

El resultado fue contundente y un avance significativo con respecto a la votación de 2018, que terminó con un ajustado 129 a favor, 125 en contra y una abstención. En aquella oportunidad, el resultado estuvo en duda hasta último momento e incluso se dio vuelta en varios pasajes del debate.

 

Sobre esa base, se construyó el resultado final de la madrugada del viernes, que logró el apoyo sólido y transversal de todos los bloques, 131 votos a favor, 117 negativos y seis abstenciones. Ahora les tocará a las sororas del Senado cambiar la historia del rechazo de 2018.

 

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