En Bahía Blanca y Mar del Plata, los dos distritos más voluminosos del interior bonaerense (ambos administrados por el PRO) se acentuaron en los últimos días los reclamos hacia el gobierno de Axel Kicillof con el objetivo de que disponga el aval para la reapertura de una serie de actividades que no están contempladas para su funcionamiento en fase 3, donde se encuentran actualmente estas ciudades. Con mayor dureza se expresó este requerimiento en el distrito bahiense, donde el bloque de concejales de Juntos por el Cambio (JxC) difundió una carta en la que dio cuenta de la presentación de un proyecto de resolución a la Provincia, en el que solicita la excepción de actividades gastronómicas, textiles y de calzado, gimnasios, natatorios, canchas de fútbol 5 y salones de eventos.
En un texto titulado “Le pedimos a Kicillof que deje trabajar a los bahienses”, la bancada de ediles que responde al gobierno local de Héctor Gay apuntó: “Desde que el Gobierno Provincial dispuso el retroceso de fase nuestro bloque planteó la arbitrariedad e irracionalidad de esta medida, ya que son estas actividades que hoy deben cerrar sus puertas quienes han mantenido una excelente predisposición a la hora de trabajar en conjunto con el Municipio y la comisión especial para la reactivación económica, aplicando los protocolos correspondientes”.
Al refutar “el argumento de funcionarios provinciales y representantes de la oposición local para el cierre de estas actividades”, amparado en la disminución de la circulación de la ciudad, en JxC aludieron a informes de movilidad emitidos por Google, a partir de los cuales verifican que “la movilidad en el último bimestre ha disminuido” y que durante ese mismo lapso “no hubo una disminución de los casos de covid-19”.
En las últimas dos semanas, Bahía Blanca registró un promedio de 109 casos diarios de covid positivo.
Este pedido del bloque cambiemista es respaldado por la Corporación del Comercio, Industria y Servicios (CCIS) de Bahía Blanca. En diálogo con Letra P, el gerente general de esta entidad, Juan Carlos Starobinsky, remarcó que desde el día 40 del aislamiento en la corporación están “propiciando que se trabaje”. “Creemos que los ámbitos laborales no son aquellos donde la gente mayormente se contagia, generalmente en esos ámbitos se respetan los protocolos y, en contrapartida, sabemos que en los ámbitos sociales esos cuidados se relajan y es donde se han generado la mayor cantidad de contagios”, ahondó.
A lo largo de la pandemia, la CCIS ha llegado a propiciar la apertura comercial con o sin permiso, iniciativa que finalmente logró la concesión oficial. “Como entidad que representamos al sector comercial, industrial y de servicios, propiciamos que se trabaje y pedimos la mayor responsabilidad individual para moverse dentro de esta pandemia”, enfatizó Starobinsky.
Días atrás, la Cámara de Proveedores de Eventos, que integra la CCIS realizó una manifestación en reclamo de volver a la actividad. Al referirse a ellos y los sectores gastronómico y de gimnasios, el gerente de la corporación expresó: “Sufrieron un golpe económico terrible, muchos no lo han soportado y han cerrado. Algunos gimnasios en Bahía Blanca están vendiendo forrajes, comida para perros porque tuvieron que reinventarse”.
Así, al recalcar que la marcada circulación de gente en el centro bahiense, “parece injusto pedirle a los gimnasios o a los organizadores de eventos, que con los protocolos que tengan no trabajen y se fundan, cuando después están quienes se reúnen a comer un asado porque son irresponsables”.
Más allá del “combo de malas noticias” que representó la pandemia para la actividad comercial, Starobinsky reconoció que “sin los ATP, hubiese sido un desastre la cantidad de cierres. Cerraron bastantes negocios, pero si no hubiese existido esa ayuda del Gobierno para pagar los sueldos hubiese sido catastrófico”.
MAR DEL PLATA. Mientras se espera la visita de Kicillof para una serie de actividades en el puerto este lunes, el Ejecutivo municipal a cargo de Guillermo Montenegro giró el viernes a la Provincia un esquema de reactivación que apunta a una apertura gradual de distintas actividades que aún no se encuentran contempladas en la fase 3.
El cronograma se divide en tres etapas: una para la habilitación de actividades automáticamente post aprobación, otra desde el 16 de noviembre y una tercera desde el 18 de diciembre, ya encarando la temporada de verano. Aquí, se contempla, entre otras, la reapertura de la actividad hotelera.