La empresa Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA), que provee del servicio de agua y cloacas a más de dos millones y medio de bonaerenses, se encuentra virtualmente acéfala de conducción política. La nueva gestión provincial todavía no nombró a los cuatro directores y solo está en funciones el representante gremial del Sindicato de Obras Sanitarias de Buenos Aires (Sosba). Tampoco fue nombrado el subsecretario de Servicios Públicos del ministerio de Infraestructura que conduce Agustín Simone, área de la que históricamente dependió la empresa.
ABSA es una empresa de gestión mixta. El 90% del paquete accionario es del Estado provincial y el 10%, de los trabajadores representados mediante el gremio. El directorio está compuesto de cinco funcionarios, cuatro nombrados por el Poder Ejecutivo y el quinto es el representante de los trabajadores. Los cuatro directores que fueron nombrados por la exgobernadora María Eugenia Vidal ya presentaron sus renuncias y aun no fueron aceptadas. Están en un limbo administrativo y su margen de acción es acotado.
Agustín Simone, ministro de Infraestructura.
“Queremos que venga la nueva dirección”. Lo dice el dirigente gremial Julio Castro, titular del gremio Sosba, desde donde siguen con preocupación el tema. No tienen interlocutores oficiales para comenzar a trabajar en la nueva gestión encabezada por el gobernador Axel Kicillof.
“Se trata de un servicio público esencial”, expresó el dirigente ante la consulta de Letra P. “Hace muchos años que venimos hablando de la falta de inversión estructural en la provincia de Buenos Aires, las últimas grandes obras fueron los planes quinquenales (del expresidente Juan Domingo) Perón para la provincia de Buenos Aires".
En el año 2014, el gremio presentó un plan maestro para la provincia que fue realizado en conjunto con la Universidad Nacional de La Plata. Hasta el momento, ninguna de las gestiones lo abrió al debate. La financiación parece una barrera infranqueable para la economía bonaerense.
Julio Castro, titular de Sosba
El dirigente gremial refirió que la tarifa actual “alcanza solo para mantener operativa a la empresa con el servicio de agua y cloacas pero no logra financiar las grandes obras que hacen falta como plantas potabilizadoras, acueductos y redes de distribución”.
“El servicio de agua y cloacas es una deuda de la democracia. En estos 38 años no fue tema de agenda en ningún gobierno de la provincia de Buenos Aires”, sentenció Castro. Y se quejó porque se vuelcan muchos recursos en la empresa Aysa (que cubre al Conurbano) y no así en ABSA que presta servicios en La Plata y el interior de la provincia de Buenos Aires.
El sindicalista consideró que “cualquier plan de salud y contra el hambre debe empezar por lo que se ingiere y en eso entra la calidad del agua que se consume”. “Esperemos que se designen rápidamente los funcionarios para comenzar a trabajar rápidamente y presentarles nuestro plan maestro de agua y cloacas”, sostuvo Castro, quien atendió a este medio durante un alto en su recorrida por la localidad de Guaminí.
Según indica en su página web, ABSA es una de las operadoras de agua y saneamiento de mayor extensión de la Argentina. Su área de servicio comprende 79 localidades de la provincia de Buenos Aires.