ELECCIONES 2019 | LAS PASO

El nuevo escrutinio, una prueba de riesgo bajo la lupa de la oposición

Desde Todos y Consenso Federal cuestionaron el sistema que contrató el Gobierno y advirtió sobre posible manipulación de los resultados. Los recaudos de la Justicia y la atención sobre Smartmatic.

Tras semanas de duros cuestionamientos por parte de la oposición y advertencias de los jueces electorales, el Gobierno implementará este domingo el nuevo sistema de transmisión y carga de datos en el escrutinio provisorio con el desafío de que la transparencia electoral no sea puesta en duda y que el resultado que arroje el escrutinio provisorio coincida con el definitivo, que tendrá a su cargo la Justicia.

 

El proceso del escrutinio provisorio está en manos de la Dirección Nacional Electoral (DINE), que depende del Ministerio del Interior. A través del Correo Argentino, la DINE contrató este año a la empresa Smartmatic, que tendrá a su cargo dos etapas del proceso: la digitalización (escaneo) y transmisión de datos que figuran en el telegrama que se confecciona en las mesas de los establecimientos de votación una vez finalizado el recuento de votos y la carga de esos datos en los centros de procesamiento, es decir, el escrutinio provisorio, que estuvo durante dos décadas a cargo de la empresa española INDRA.

 

La digitalización de los telegramas será la novedad de estas elecciones, que tiene su origen en la Acordada 3/2017 de la Cámara Nacional Electoral (CNE) en la que se le pidió al Poder Ejecutivo que previera medidas que permitieran “agilizar y abreviar el tiempo de transmisión de los datos, a través de procedimientos tales como la digitalización y transmisión –en lo posible– desde el propio establecimiento de votación, para lograr una carga más amplia de información y, por lo tanto, más homogénea y representativa del resultado de la elección, sin posibilidades de manipulación mediante el orden de carga”.

 

El proceso de digitalización se llevará adelante con el software proporcionado por Smartmatic. La misma firma tendrá a su cargo el escrutinio provisorio, es decir, el recuento de votos que se realiza la noche de la elección.

 

 

 

Como de costumbre, una vez contados los votos, las autoridades de mesa confeccionarán el acta que se introduce dentro de la urna y el telegrama que el Correo debe transmitir a los centros de procesamiento de datos. Ese telegrama, que hasta ahora llevaba de manera personal un empleado del Correo, ahora será escaneado y transmitido de manera digital. Eso permitirá agilizar el recuento de votos.

 

El nuevo sistema no estará disponible en todas las escuelas del país. De los más de 15 mil establecimientos que estarán afectados a los comicios el 11 de agosto, solo el 76% cuenta con conectividad para poder efectuar la transmisión electrónica de datos mediante 4G hacia el centro de procesamiento. En el 24% restante se mantendrá el sistema tradicional de envío de telegramas mediante personal del Correo. Una vez en el centro de procesamiento, las imágenes ingresan en una cola virtual, a la espera de que los operadores procedan a la carga de los datos, por lectura y digitación manual.

 

 

 

Si bien el escrutinio provisorio no tiene validez legal, es el que produce el impacto inmediato en la opinión pública y los mercados. Según anunció este miércoles el secretario de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, Adrián Pérez, los primeros resultados de las PASO se conocerán "a partir de las 21 horas" y el recuento total estará listo “a la medianoche”.

 

El resultado final, sin embargo, surgirá del escrutinio definitivo, que tiene a su cargo la Justicia. Los jueces de la Cámara Electoral, Santiago Corcuera y Alberto Dalla Via, dejaron en claro en una acordada que firmaron la semana pasada que el escrutinio provisorio “constituye un elemento secundario o publicitario, carente de relevancia jurídica y, por tanto, inhábil para poner en tela de juicio la validez de los comicios o de sus resultados”.

 

En la misma acordada, los jueces respondieron a las múltiples presentaciones que hicieron ante la Cámara tanto el Frente de Todos como el espacio Consenso Federal, en las que señalaron “problemas técnicos” e “irregularidades” en el sistema y pidieron medidas de contralor para los partidos político. El Frente de Todos fue aún más allá y reclamó este lunes el apartamiento de Smartmatic, una empresa de origen venezolano con sede en Londres que fue blanco de denuncias en varios de los países en cuyos procesos electorales intervino.

 

 

 

Si bien no accedió a apartar a la empresa, la Justicia le concedió a la oposición algunos pedidos. El martes, cinco días antes de la elección, la Cámara Electoral le exigió al Ministerio del Interior que enviara "de inmediato" el código fuente del sistema que desarrolló Smartmatic para el conteo provisorio y el envío digital de telegramas. En la acordada 96 de 2005, los camaristas habían consignado que el software debería estar “a disposición de las agrupaciones que participen en los comicios 30 días antes del acto electoral”.

 

 

 

El miércoles por la noche, la jueza María Romilda Servini resolvió designar veedores con el objetivo de dar "mayor" certidumbre al escrutinio provisorio. Más temprano, el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, y Pérez dieron una conferencia de prensa en la que afirmaron que "el sistema prevé una transparencia absoluta”

 

Sin perjuicio de eso, ante los múltiples reclamos opositores e intervenciones judiciales, el Ministerio del Interior admitió la designación de veedores judiciales y prometió el acceso de los fiscales opositores durante todo el proceso electoral.

 

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