El precandidato presidencial del peronismo, Alberto Fernández, recibió el alta médica y dijo que su vida seguirá "absolutamente normal" tras permanecer dos días internado en el Sanatorio Otamendi, donde le realizaron una serie de estudios debido a una fuerte tos persistente.
En declaraciones a radio La Red, desmintió que hubiera ido de urgencia "por un dolor en el pecho y todas esas estupideces que se escribieron en un tuit", puntualizó.
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"Vine por un dolor horrible por irritación de la pleura y con una tos seca que todavía tengo, y me pusieron calmantes, morfina y desinflamantes, y vieron cuál podía ser la causa", contó.
En esa línea, recordó que hace 10 años tuvo "un trombo en el pulmón que dejó una cicatriz, que es lo que llaman infarto pulmonar". "La tos seca y la cicatriz generaron la irritación de la pleura, o tal vez pudo haber sido un pequeño coágulo que estuvo y se disolvió", detalló.
Respecto a la noche de la internación, aclaró: "Hablé con mi médico y me dijo venite y te reviso, no es que vine a internarme, ni con dolores en el pecho, ni las estupideces que pusieron en un tuit".
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"Cuando me vio (el médico), me dijo: 'ya que estás acá aprovechamos y revisamos todo, las venas, las arterias, que el sistema circulatorio esté bien y cosas habituales y vamos descartando cualquier inconveniente, así empezás tu campaña tranquilo, sabiendo que estás bien'", contó Fernández.
Y agregó: "Todo evolucionó bien y me recomendaron que siga como hace diez años con sistema de anticoagulación y mi vida que es absolutamente normal".
El ex jefe de Gabinete recibió este miércoles la visita del gobernador de Tucumán, Juan Manzur, y juntos celebraron "la unidad del peronismo". Además, analizaron la actualidad política de la provincia norteña, donde el domingo habrá elecciones.