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Sin dudas lo más relevante que deja para el análisis nacional la elección entrerriana es la potencia electoral lograda por la unidad justicialista propiciada por el reelecto gobernador Gustavo Bordet. Bordet es uno de los mandatarios peronistas del grupo sindicado como "racional" por sus buenas relaciones con el gobierno del presidente Macri y su acompañamiento parlamentario a medidas del oficialismo nacional, sin embargo, fue de los primeros en establecer un acuerdo de unidad amplia del Justicialismo: primero con muchos dirigentes provinciales que habían jugado por afuera en las elecciones de 2015, especialmente volvió a reunir bajo el cielo peronista a quienes habían estado con Sergio Massa, empezando por el ex gobernador Jorge Busti. Esta estrategia de unidad alcanzó su punto más alto cuando acordó con el kirchnerismo logrando que en lugar de competir en unas PASO o ir por afuera se integre en una sola oferta provincial. El domingo esa estrategia le dio un triunfo contundente.
Entre las PASO y las elecciones generales no se cambiaron significativamente los porcentajes, las fórmulas provinciales obtuvieron cifras similares a las del 14 de abril, aunque aumentó la concurrencia a votar con una tasa de participación que ascendió hasta el 82,7 por ciento.
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El despliegue territorial del triunfo fue amplio: Bordet ganó en su categoría en 15 de los 17 departamentos en los que se divide electoralmente Entre Ríos. Logró imponer 6 senadores más de los que lo habían acompañado en aquella elección de 2015 que lo tuvo ganador por escasos dos puntos. El Peronismo ganó Paraná, la capital provincial que estaba en manos de la UCR dentro de Cambiemos, quedó para Adán Bahl, el actual vicegobernador quien realizó una campaña municipal codo a codo con Bordet.
Las encuestas estuvieron certeras en esta oportunidad, como suele ocurrir cuando las diferencias son significativas, la tarea de los consultores de opinión pública resulta favorecida y se logran intenciones de voto previa convergentes con el voto efectivo.
Las claves de la elección pueden sintetizarse en los siguientes puntos:
-La flexibilidad del peronismo que pasó de las divisiones a la unidad.
-El cambio de estilo del liderazgo que pasó sin escalas de la exuberancia de Sergio Urribarri a la sobriedad de Gustavo Bordet sintonizando el estilo político que demanda en esta época la opinión pública.
-Una gestión provincial con altos niveles de imagen positiva que contrasta con los bajos niveles de aprobación que el gobierno nacional obtiene en Entre Ríos.
