La fluida relación de Alberto Weretilneck con Mauricio Macri fue parte de la campaña provincial en Río Negro. Si bien no impactó en el resultado, quedó en el aire el pacto con Cambiemos para que Juntos Somos Río Negro (JSRN) lograra dos bancas en el Congreso. Pero ahora, con Arabela Carreras, parece reperfilarse con el vínculo peronismo. “Nosotros nos llevamos bien con cualquier gobierno, pero, la verdad, que la recepción fue impecable”, le explicó a Letra P el ministro de Gobierno y Comunidad rionegrino, Rodrigo Buteler. Una etapa parecida se vive en Neuquén: el Movimiento Popular Neuquino (MPN), con los Sapag a la cabeza, activó su mecanismo para establecer un fluido canal de diálogo con la administración central. En definitiva, la situación es calcada en ambas provincias.
“Nosotros nos llevamos bien con cualquier gobierno porque somos un partido provincial. Igual, hay que decirlo, la recepción fue impecable. Sabemos que es casi de protocolo, pero las reuniones fueron muy abiertas. El gobierno nacional va a trabajar con todas las provincias”. La palabra del funcionario más activo en los primeros días de gobierno de Carreras, obligada a olvidar el cercano trato de su antecesor con Macri, describe el cambio de época en el país.
Hasta el hoy senador nacional Weretilneck se habituó. En la sesión del Congreso, aportó su voto para que se aprobara la Emergencia Económica que Alberto Fernández envió. Lo mismo sucedió en Diputados, cuando el interbloque “Unidad Federal para el Desarrollo”, que mantiene fluido diálogo con el presidente del cuerpo, Sergio Massa, se mostró a favor. En ese grupo, JSRN tiene al ex titular de Gobierno Luis Di Giácomo como representante.
La negociación tuvo una devolución de gentilezas, a pesar de algunas críticas. En la Legislatura rionegrina, el Frente de Todos aprobó el proyecto de emergencia que consensuó Carreras en la Casa Rosada y sepultó lo pactado entre Weretilneck y Macri. Lo mismo sucedió el último viernes, cuando se abrieron las puertas de la residencia oficial a los 39 intendentes de la provincia, incluyendo a María Emilia Soria.
“Hay un cambio de postura (del peronismo). Hace unos días se realizó una reunión con autoridades de Aguas Rionegrinas (ARSA), eso está bueno porque lo que sea diálogo y consenso es positivo”, razonó Buteler.
NEUQUÉN. El gobernador Omar Gutiérrez, como en 2015 apenas triunfó Macri, se reunió con Fernández. Desde entonces, la provincia estrechó un lazo sólido.
Casi de vocero, el ex gobernador Jorge Sapag destacó el plan de gestión que empezó a inicios de mes. “Tengo esperanzas y creo en las buenas intenciones en el manejo que lleve adelante el gobierno nacional”, admitió Sapag, en declaraciones a La Red Neuquén. “Si el gobierno nacional acierta, a Neuquén le va a ir muy bien. Si YPF se conduce bien, como yo espero y tengo las expectativas, a la provincia le va a ir bien”, analizó.
En la asunción de su segundo mandato, el 10 de diciembre, Gutiérrez había pedido reglas de juego “claras” en la producción de hidrocarburos. “Solo en Vaca Muerta, tenemos comprometidos 180 mil millones de dólares”, recordaba. Con la palabra de Sapag, quien sonaba para conducir YPF, el diálogo parece consolidarse aún más.