El canciller Jorge Faurie insistió este domingo en que "sectores del madurismo" y seguidores del expresidente Rafael Correa son responsables de las movilizaciones de los últimos días en Ecuador, que derivaron en graves hechos de violencia y son enfrentadas por el gobierno de ese país con una dura represión.
Según Faurie, los grupos que responden al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y al exmandatario ecuatoriano "se han aprovechado de la incertidumbre" de la población para motorizar las protestas en las que al menos seis personas murieron y un millar resultaron heridas desde el 9 de octubre, según la Defensoría del Pueblo de Ecuador.
"Todos los países de América del Sur hemos respaldado a Lenín Moreno y su idea de que se abran canales de diálogo como los que está proponiendo", afirmó Faurie en diálogo con radio Mitre.
Consultado por la crisis en Ecuador, producto de las movilizaciones populares en contra de un aumento de más del 120% en los combustibles por la eliminación de subsidios, Faurie destacó que "desde hace varios años que Ecuador arrastra una disputa entre dirigentes". "Correa -sostuvo- tiene una visión totalmente diferente a la instaurada por el presidente Lenín" y "desde Europa, con el auxilio de sectores del madurismo y de dirigentes venezolanos, sus seguidores han activado la movilización”. "Se han aprovechado de la incertidumbre de muchos sectores", insistió Faurie.
La decisión de Moreno de impulsar una serie de medidas de ajuste fiscal en el marco de un programa acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue, según el canciller argentino, "aprovechado por los seguidores del expresidente Correa, que está acusado de corrupción".
Sin embargo, sostuvo: "La velocidad con la que se hace el ajuste para disponer de ayuda eterna depende siempre de la aceptación de los ciudadanos y hoy los ecuatorianos dicen que es muy difícil de tolerar y tiene que haber una discusión".
En esa línea, deseó que la mesa de diálogo para resolver las diferencias convocada por Moreno para resolver las diferencias con los movimientos indígenas y los colectivos de manifestantes tenga resultados favorables.
"Hay una lectura de que hay que resolver los problemas pero no poner la cabeza debajo de la tierra", cerró Faurie.