El concejal Nicolás Canario Soto notificó por carta a la presidencia del Concejo Deliberante de Morón que abandonaba el bloque de Cambiemos. En la misiva explicó las razones que motivaron su alejamiento del espacio que en el recinto responde al intendente Ramiro Tagliaferro y apuntó contra la gestión municipal. “No puedo seguir siendo cómplice del más descarado de los clientelismos políticos nunca antes visto en la historia de este distrito electoral”, esgrimió el concejal en la dura carta dirigida a la presidenta del cuerpo, Analía Zappulla. Denunció malversación de fondos, compra de votos y tildó al intendente de autoritario y soberbio.
Canario Soto asumió en 2017 tras ocupar el quinto lugar en la lista de Cambiemos y con su ingreso ayudó al oficialismo a obtener mayoría automática del oficialismo en el recinto. De 2015 a 2017, fue secretario de Unidad de Gestión Comunitaria Nº 6 de Morón sur, según detalla La Noticia web.
Camino a octubre, el horizonte asoma sombrío para Juntos por el Cambio, en el distrito donde reside la gobernadora María Eugenia Vidal. Los resultados de las urnas dejaron al intendente 16 mil votos debajo de la alianza peronista, que posicionó al ex jefe comunal Lucas Ghi liderando la interna con el 97% del respaldo.
En la misiva a la que Letra P tuvo acceso, el concejal da una serie de argumentaciones para justificar su salida del bloque Cambiemos y el armado del monobloque Argentina de Pie. Enumera el “desabastecimiento de medicamentos en el hospital municipal, la violencia moral ejercida contra empleados del Estado para realizar actividades de campaña, la malversación de recursos públicos para provechos particulares, la captación del voto de los más vulnerables a través de prebendas de la más baja categoría, así como la incoherencia de pretender ahora negar a quienes fueron los referentes nacionales y provinciales indiscutidos de este espacio”.
En su descargo, asegura que intentó “en múltiples oportunidades” reunirse con Tagliaferro para transmitirle estos puntos, pero que no fue “recibido ni atendido siquiera telefónicamente”. “No puedo sino lamentar amargamente las hipócritas y absurdas contradicciones entre lo que se señaló como proyecto político cuando ingresé en las filas de este partido y las manifestaciones prácticas de la nefasta conducción de su jefe político”, remarcó.
“(Soto denunció) la violencia moral ejercida contra empleados del Estado para realizar actividades de campaña, malversación de recursos públicos y captación del voto de los más vulnerables a través de prebendas de la más baja categoría.”
En esa línea, el concejal refiere al “inocultable desinterés por los vecinos de Morón” y al “poco respeto” de Ramiro Tagliaferro “por las instituciones republicanas, que han sido avasalladas hasta su máxima expresión, en el autoritarismo con que se ha manejado esta gestión”. También se refiere a “las irregularidades en el manejo de los fondos públicos, el recurso a la constitución de obscuros contratos inexplicables, para evitar los mecanismos trasparentes de la licitación pública, el destrato a diversos funcionarios (en todo tipo de niveles), el autismo y la soberbia del señor intendente municipal así como las desesperadas maniobras por llevar adelante una campaña de mentiras, en vez de utilizar la verdad y el compromiso real con los ciudadanos, como instrumento de gestión, me llevan a tener que tomar, como digo, esta tan drástica, amarga y no buscada decisión”.
Sobre el final, Canario Soto señala que presentó un pedido de interpelación al intendente para que “explique y justifique el origen de los fondos utilizados para adquirir las dádivas que obliga a los empleados municipales a repartir entre las personas más vulnerables y nos haga comprender por qué hasta las chapas y los colchones con los que se cohecha a la gente más humilde, llevan su nombre personal a veinte días de las elecciones”.