El vaivén económico nacional sigue impactando en las previsiones bonaerenses en vistas al Presupuesto 2019 y los legisladores oficialistas no tienen demasiada precisión sobre cómo encarar el ajuste que pide el Fondo Monetario Internacional (FMI) a través del Gobierno nacional para alcanzar el déficit cero en el año entrante. Al calor de los anuncios del Ejecutivo nacional, se va modificando continuamente el Presupuesto bonaerenses y los alfiles de la gobernadora para esa discusión aguardan señales claras. Mientras diputados y senadores recorren el interior y expresan su apoyo al modelo en redes sociales, el Gobierno provincial habla de refuerzo en la contención social. Los intendentes, en mute.
“Hay preocupación por la redistribución de los subsidios y cómo seguimos con las obras iniciadas”, le dice a Letra P un senador provincial por Cambiemos con anclaje en el conurbano bonaerense. La situación se multiplica en una ronda de consultas a diversos legisladores que se animan a realizar algún vaticinio concreto. Son los menos. Salvo excepciones, los teléfonos están cerrados.
Con los anuncios de este lunes, Macri reafirmó el traspaso de subsidios al transporte a las provincias. La Ciudad de Buenos Aires y la Provincia que gobierna María Eugenia Vidal deberán absorber la asistencia que la Nación sostiene al transporte público del AMBA.
Si bien era algo que se venía trabajando, junto al traspaso operativo de Aysa, Edenor y Edesur que oscila en más 25 mil millones de pesos que se irán de las arcas provinciales. Para paliar el costo se podría traducir en un aumento en el boleto que sería resuelto por el Ejecutivo a principio de año cuanto tenga el control de los subsidios.
En el multicolor universo de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires hay diferencias sobre cómo encara la crisis que impacta e impactará en el territorio. El fin de semana, el radicalismo bonaerense emitió un comunicado donde reconocen “dificultades, económicas y financieras que atraviesa el país”. En el orden nacional, tras los anuncios de Mauricio Macri de este lunes, el partido centenario dio su respaldo al Gobierno.
Sin embargo, los intendentes están a la espera de certezas de parte del Ejecutivo bonaerense. Tampoco se animan a soltar un diagnóstico de la ajustada situación. Ni siquiera con el grabador apagado.
Menos aún los mandatarios puros. En el PRO bonaerense prima el hermetismo. Apenas el intendente de Quilmes, Martiniano Molina pidió apoyar “a nuestro presidente y a su equipo en este momento difícil donde hay que ser más fuertes que nunca, avanzando hacia la transformación del país”, y cargó contra la pesada herencia. “Necesitamos que la Justicia actúe y que de una vez por todas ese dinero que se robaron vuelva a la gente”, dijo. El resto no habló.
El apoyo de algunos de los intendentes se tradujo en tuits. Vicente Gatica de Bragado escribió: “Los intendentes debemos cuidar a nuestro presidente y a nuestra gobernadora. La mejor manera es cuidar nuestro territorio y que se respete la legitimidad que hemos conseguido”.
Pero para el adentro la cuestión es diferente. El Presupuesto bonaerense 2019 viene modificándose a medida que el gobierno nacional intenta controlar la turbulencia económica y financiera. La certeza es que habrá que reducir el déficit. Pero no mucho más. Un ala de Cambiemos estima un dólar en 40 pesos, una ley de leyes austera por demás y sin saber qué pasará con la obra pública a futuro. Entonces los legisladores siguen atados al libreto que se reduce en comunicar la batalla contra la turbulencia.
Vidal lo viene diciendo desde hace varios meses. Estar cerca del vecino es la premisa. Así es que los legisladores arman recorridas, sobre todo en el interior, donde aún conservan capital político.Esta semana, los integrantes del espacio de Vidal esperan tener mayores precisiones. En la reunión de Gabinete que la gobernadora adelantó y se llevó adelante este lunes se hizo hincapié en el refuerzo en la asistencia social. En las primeras horas del martes, el vidalismo saldrá a comunicar la decisión que adelantaron Macri y Nicolás Dujovne. Sin embargo, las previsiones aguardan a lo que defina la nación con el presupuesto 2019.