Hace tres semanas cerró su cuenta de Twitter, lo que generó en la red social dudas sobre las razones. Verito Rap o Verónica Rappoport, una de las economistas más activas en el mundo virtual, había sido sondeada para abandonar su avatar de una viejita con un pañuelo verde pro aborto y transformarse en funcionaria pública. Publicaba en su cuenta fotos de las plantas en su balcón londinense, ciudad en la que residía enseñando en la London School of Economics. Cuentan en el Gobierno que el que la convenció de volver fue su amigo y recientemente designado titular del Banco Central (BCRA), Guido Sandleris, que la quería en su equipo. Ahora será vice segunda, detrás de Gustavo Cañonero. Juntos, trabajaron en diferentes facetas, una de ellas, el estudio del economista ultra liberal José Luis Espert. “Lo padecieron, pero algunos dicen que es una buena escuela”, contó un economista que conoce a ambos cuadros.
Otro especialista aclaró, de todos modos, que ese paso no representa la visión de ambos sobre la economía. De hecho, su nombramiento en el BCRA generó cierta empatía entre los economistas más críticos al modelo Cambiemos. Le reconocen que en las charlas que mantuvieron con ella, por teléfono o vía redes sociales, “se mostró abierta y crítica, cuando corresponde”. Para el mercado no es un cuadro convencional del macrismo, sino más bien una rareza heterodoxa en un gobierno mayormente conservador en el pensamiento.
Manifiestamente a favor del aborto, Rappoport aporta el reducido cupo femenino tan escaso a Cambiemos. En un artículo publicado por el diario La Nación contó anécdotas del trato que recibían las mujeres en el sector, hace unos años. Relató que cuando empezó a dar clases en la Universidad Di Tella, en la cátedra de José Luis Machinea, los hombres le pedían café. "En esto, Machinea era un genio. Cuando sucedía, él se levantaba y les servia. Los tipos quedaban superhumillados". Y contó que, ya estando en Londres, percibió que "los banqueros son odiosos con las profesoras jóvenes" y que le aclararon que "hombres con autoridad son respetados, (mientras que) mujeres con autoridad son bitches (perras, en inglés)".
Rappoport es economista de la UBA y la Di Tella, entre muchos otros pergaminos de un currículum vitae enteramente redactado en inglés, que ni siquiera le dio tiempo al Gobierno de ser traducido y resumido para la prensa. Su padre, Luis Rappoport, es economista y director regional en el Ministerio del Interior que conduce Rogelio Frigerio.
La ahora funcionaria fue entusiasta con el cambio posterior al kirchnerismo, sobre todo en la primera etapa del Gobierno de Mauricio Macri. Hace unos meses dio una breve entrevista vía mail con Clarín y dejó algunas definiciones que seguramente caracterizarán la gestión de Sandleris: mayor planificación en cuestiones de fondo, lejos de la coyuntura, y menos centro en el sector netamente financiero. La duda es si el contexto les dará aire para planteos de mediano plazo.
Su última aparición en la galaxia virtual fue el 2 de septiembre, cuando escribió en Twitter alguna pista de lo que se le vendría: “¿Verito podrías tomar las riendas del BCRA? Es que nadie agarra. ¿Ah si? Ok, si no te jode en el avión andá haciendo el plan monetario que lo necesitamos para mañana temprano”. Y agregó “o será que los que se sienten candidatos ya tienen su plan preparado? No entiendo”.
Antes de eso desnudó que se sentía incómoda con la idea del calor de la gestión diaria. "Lo que no entiendo es cómo pueden decidir ministros el sábado/domingo y tener un plan económico listo el lunes", arrancó. Y sentenció: "Yo tengo un deadline en tres meses y ya estoy sufriendo". En su nueva tarea, administrar la política monetaria y la mesa de dinero del Central día tras día, deberá acostumbrarse a otra dinámica.