Un nuevo revés judicial sufrió el ex fiscal de La Plata, Fernando Cartasegna, quien renunció en medio de un escándalo. Al pedido de juicio oral que se analiza en la Cámara de Apelaciones de La Plata se suma otra solicitud de juicio, en la marco de la causa que se inició por la denuncia del procurador general bonaerense, el vidalista Julio Marcelo Conte Grand.
Se trata del expediente que está radicado en la fiscalía 11 de La Plata al mando de Álvaro Garganta, el mismo que tiene contra las cuerdas al ex gobernador Daniel Scioli y gran parte de su Gabinete, en la investigación abierta tras la denuncia de Elisa Carrió.
Garganta dictó el cierre de sumario de la investigación penal preparatoria, paro previo a la solicitud de juicio oral. La defensa, a cargo de la abogada Silvia Petroff, se opuso a la medida y pidió la revisión del cierre bajo el argumento que aún queda prueba pendiente de originar, que, según entiende esa parte, demostrará la inocencia del ex fiscal que persiguió a las barras bravas de Estudiantes y Gimnasia, combatió la trata de personas y todo tipo de delitos sexuales como pedofilia.
La carátula del expediente señala que Cartasegna fue procesado por los delitos de “peculado, violaciones de los deberes de funcionario público, incumplimiento de promover la persecución y represión en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionarios público”.
En rigor, Cartasegna está sospechado de abrir causas fantasmas, no ejecutar órdenes de allanamiento, pérdida de evidencias, dinero secuestrado de origen desconocido, más de 150 efectos secuestrados en allanamientos sin rotular y desparramados en oficinas, sin cadena legal de custodio; teléfonos desaparecidos y proyectiles embalados en bolsas de papel, entre otras situaciones irregulares detectadas en las oficinas que tenía bajo su mando.
Pero Cartasegna tiene otro frente judicial abierto. Se trata de una causa por falso testimonio calificado a cargo de las fiscales Ana Medina y Betina Lacki. Por este hecho el expediente se elevó a juicio oral.
La causa se inició tras el ataque que Cartasegna asegura haber sufrido en su ex despacho de la disuelta Fiscalía 4 de La Plata, donde apareció maniatado, en el piso de su despacho escribieron “Nisman” con azúcar y empapelaron parte del edificio de Tribunales de La Plata con un panfleto con la foto del fiscal y la leyenda “Conozca al próximo Nisman”, en relación al fiscal federal que apareció muerto en su departamento de Puerto Madero.
Una pericia de Gendarmería determinó que los panfletos se imprimieron desde una PC y con una impresora que estaban en el ex despacho de Cartasegna y que solo él tenía acceso a ese sector.
Tras la denuncia, el magistrado fue licenciado y su fiscalía intervenida. Las irregularidades halladas eran tales que se ordenó la disolución de esa unidad fiscal. Mientras tanto, el ahora acusado, estaba internado en una clínica psiquiátrica.
Cartasegna estuvo al frente de la UFIJ 4 de La Plata hasta el 3 de mayo de 2017, luego de denunciar que fue atacado en su despacho, en lo que se sospechó que pudo ser una posible represalia por causas que investigaba.
Sin embargo, una inspección realizada luego en su fiscalía detectó graves anormalidades en el funcionamiento de la dependencia, lo que motivó una denuncia penal. En la auditoría se encontraron causas que estaban muy retrasadas y se divisó el faltante de elementos secuestrados en investigaciones, por ejemplo, dinero.
También en la fiscalía se encontró cocaína secuestrada en un procedimiento, aunque no existía ninguna causa vinculada a esa droga incautada.
De la UFIJ de Cartasegna también desapareció el expediente de la muerte del estudiante de periodismo Miguel Bru, aunque luego fue encontrado, y, además, un ex secretario de Derechos Humanos de la Municipalidad de La Plata, Mario Fabián Gianotti, lo denunció por entorpecer la investigación de ese hecho.