A pesar de las expectativas sobre su desenlace, concluyó “sin avances” la reunión que mantuvieron este viernes en la Residencia de Olivos tres ministros del presidente Mauricio Macri con la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. La cita fue el tercer round entre el Gobierno y las únicas dos administraciones que controla el PRO para negociar la transferencia de los subsidios públicos federales al transporte de pasajeros y al consumo de electricidad y gas, además del posible traspaso de la empresa estatal Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA).
Los dos encuentros previos aportaron una foto política de la dificultad que transita la Casa Rosada para negociar el diseño del presupuesto del año que viene de acuerdo al ajuste fiscal acordado con el Fondo Monetario Internacional. La tercera cita fue un almuerzo que, según fuentes oficiales, se extendió por dos horas, donde el tema más espinoso giró en torno a los subsidios al transporte público de pasajeros que ambas administraciones se resisten a aceptar por el impacto que pueden generar en sus cuentas, pero también por los costos políticos que deberían asumir Vidal y Larreta -un tándem que juega en sintonía- cada vez que deban anunciar un aumento en el valor del boleto para los colectivos del Área Metropolitana.
Por la Casa Rosada participaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y su par de Interior, Rogelio Frigerio. Vidal fue con su jefe de Gabinete, Federico Salvai, y con su ministro de Economía, Hernán Lacunza. Larreta estuvo acompañado por Martín Mura, el jefe de la cartera porteña de Hacienda.
Cerca de Vidal se mostraron más cautelosos con el optimismo que intentaron transmitir en la Casa Rosada. “No hubo avances. Hasta que no sepamos qué absorberá el resto de los gobernadores no puede haber definiciones de ese encuentro”, confió a Letra P un alto funcionario provincial que aportó los contornos de las pretensiones de la mandataria bonaerense, con un enfoque alternativo a los deseos del Gobierno.
El plan del Ejecutivo apunta a cerrar un pacto con Vidal y Larreta, luego continuar con los gobernadores radicales de Mendoza (Alfredo Cornejo), Jujuy (Gerardo Morales) y Corrientes (Gustavo Valdés), que ya le hicieron saber al Presidente que aguardarán que termine el debate interno del PRO para negociar en nombre de Cambiemos. Serían dos etapas previas a las negociaciones con los gobernadores peronistas, pero cerca de la única mujer de la mesa chica confiaron que su expectativa es otra: jugar si sus colegas del interior lo hacen y esperar en caso de que pase lo contrario.
“No era definitiva, pero estamos avanzando; hubo algunos avances, pero no vamos a aportar detalles”, se excusó un vocero de la cartera de Interior para relativizar las versiones de estancamiento del encuentro. “Fue buena y nos vamos a volver a ver pronto”, agregó una fuente de la jefatura de Gabinete. Pero ninguno de los funcionarios de Balcarce 50 pudo confirmar cuándo se realzará el cuarto round, aunque deslizaron que la ausencia de precisiones de debe a la intención presidencial de hacer un anuncio cuando haya llegado a un acuerdo.
RIESGO SOBRE RUEDAS. La reducción de las diferencias tarifarias concluye en 2021 y forma parte del Pacto Fiscal firmado en 2016. “Usted sabe que, como consecuencia del acuerdo que hemos suscripto en el Pacto Fiscal, para el año 2021 ya no va a existir el subsidio diferencial al transporte en el área metropolitana de Buenos Aires respecto del resto del país, no existe el diferencial tarifario en energía en gas, salvo en la Patagonia, y en el caso del agua es otra de las cuestiones que tenemos que resolver”, le explicó esta semana Dujovne al senador cordobés del PJ Carlos Caserio, luego de un duro contrapunto sobre las transferencias en ciernes.
El debate aporta un pantallazo de la incertidumbre oficial y opositora sobre las consecuencias de una transferencia de subsidios que genera resistencias hasta en las entrañas de la mesa política del Presidente.