Obispos de la provincia de Córdoba se animaron, a pesar de la historia rica en pecados de la Iglesia católica argentina, a tirar la primera piedra: en una carta abierta, advirtieron que, si se legalizara el aborto, la Argentina se convertiría "en dictadura".
"Creemos que una democracia que no respete toda vida humana se convierte visible o encubiertamente en dictadura de los que ostentan más poder, porque cuando no se respeta la vida del más débil la libertad se convierte en ocasión de dominio y arbitrariedad", consideraron los curas, que omitieron, en la misiva, la larga trayectoria de la Iglesia argentina como partícipe necesaria de todos los regímenes totalitarios del siglo XX, con actuación destacada en el plan sistemático de represión ilegal ejecutado por la última dictadura cívico militar.
Los obispos dijeron que, "cuando no se respeta la vida del más débil, la libertad se convierte en ocasión de dominio y arbitrariedad", como ocurrió en la Argentina, justamente, entre los años 1976 y 1983.
La carta está firmada por los obispos cordobeses Carlos Ñáñez, Adolfo Uriona, Sergio Buenaventura, Samuel Jofre, Ricardo Araya, Gustavo Zurbriggen, Ricardo Seirutti y Pedro Torres.