Lo hace desde 2015, pero el Gobierno lo comunica poco, aunque es una actividad clave en el corazón de la comunicación oficial. Mauricio Macri realiza periódicamente reuniones relámpago con vecinos y este martes volvió a La Plata para visitar un centro de adicciones. Un “mano a mano” que mezcla espontaneidad y diálogos informales, pero que forma parte de un plan destinado a mantener al Presidente en contacto con el electorado sin riesgo de escraches. Un hábito sistemático que la Casa Rosada saca a la cancha para quitarle ese “halo superhumano” que conlleva la figura presidencial, según sostiene Julián Gallo, jefe de la estrategia digital del mandatario.
A pesar de la situación económica y los sondeos de opinión pública que alertan sobre una crecida del malestar social, Macri mantiene contactos personales con "la gente". Lo mismo hace la coalición de Gobierno: Cambiemos vuelve al timbreo este sábado, aunque el Presidente se ausentará porque ya que estará en la cumbre del grupo BRICS. Los encuentros “mano a mano”, la presencia en redes sociales y las jornadas de timbreo en barrios son emblemas de la comunicación oficial que, salvo excepciones, se mantienen a rajatabla.
El Presidente visita periódicamente a vecinos en sus casas, pequeños comerciantes o clubes de barrio. Este miércoles estuvo junto a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, en la Fundación Vejovis de La Plata, un espacio de recuperación para jóvenes y adultos adictos a las drogas. El encuentro fue organizado por completo por Presidencia, aunque las autoridades del centro de adicciones esperaban la presencia del ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein.
Sin embargo, quienes tocaron la puerta del establecimiento platense fueron Macri y Vidal, que compartieron café y medialunas con los directores del centro. Las autoridades de la fundación escribieron a la cuenta de Facebook del Presidente en repetidas ocasiones. De contactos como esos -cartas, mensajes en redes sociales- surge estos encuentros, estudiados y organizados cuidadosamente por la comunicación oficial para evitar sorpresas: todo es chequeado debidamente, nada queda librado al azar.
Al tiempo que se muestra a un presidente cercano a la gente, este método de vinculación busca evitar intermediarios. En su análisis, Gallo destaca que históricamente los líderes políticos argentinos “llegaban a través de las organizaciones e intermediarios que hacían de interface”. Se apela al contacto "mano a mano" para que el mensaje oficial penetre directamente, mediante una charla informal que busca quebrar esa lógica comunicacional de los cánones de la política tradicional. “Gracias por venir, por escuchar”, le dijo el director de la Fundación, Mario Larrañaga, al Presidente.
Es la misma estrategia que se aplica para las actividades de Macri en las redes sociales, desde un vídeo en Facebook hasta un vivo en Instagram -la semana pasada hizo dos y en una de ellas confirmó que irá por la reelección- para responder preguntas de la gente. De hecho, el encuentro se pudo ver únicamente por la cuenta oficial de Instagram del Presidente. Por otra parte, el paso fugaz pero rigurosamente planificado del Presidente por el lugar acordado para visitar evade el riesgo de recibir un escrache. “Nunca antes un presidente estuvo tan cerca. Nunca antes un presidente estuvo en las manos de la gente”, se entusiasmó el jefe de estrategia digital del Gobierno en una columna publicada en La Nación.
Macri arribó a La Plata a media mañana (FOTO: AGLP)
El helicóptero presidencial aterrizó en la cancha del club de fútbol CRISFA y revolucionó el barrio Meridiano V de la capital bonaerense. Al culminar el breve encuentro, el Presidente partió rumbo a Olivos para una reunión de coordinación y Vidal se dirigió hacia la gobernación para la reunión de gabinete semanal.
A principios de julio, el Presidente visitó, también en La Plata, la pizzería "Un lugar especial", un emprendimiento gastronómico atendido por dos adolescentes con síndrome de Down.