En el marco del proceso de ajuste fiscal que encara el gobierno de Mauricio Macri para cumplir con las metas del Fondo Monetario Internacional (FMI), las universidades públicas del interior de la República Argentina están en guardia y reclaman un apoyo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para avanzar con una paralización de las actividades durante el mes de agosto.
Sin embargo, no se trataría de un simple paro docente porque quienes motorizan el no dictado de clases son los rectores universitarios
La posibilidad de una paralización de las actividades fue reconocida por el rector de la Universidad de Tierra del Fuego (UNTDF), Juan José Castellucci.
“En agosto nos volvemos a sentar los rectores en el comité ejecutivo y hay versiones de que quieren enfrentar más firmemente esto que está ocurriendo”, explicó. “Si la UBA acompaña, esto va a tener un vuelco favorable en poco tiempo. Por lo menos tiene que participar Buenos Aires, Córdoba, La Plata, Rosario, y creemos que van a participar”, aseguró el fueguino.
El decreto que da de baja los convenios tendrá un impacto muy grande en las universidades, dado que “para la UBA representa el 40 ó 50% del presupuesto”, sostuvo Castellucci. En el caso de la UNTDF, estaría en juego el convenio de administración del parque nacional que se viene renovando todos los años. “Es un convenio por el cual nuestros alumnos hacen pasantías, tienen una práctica muy buena en el parque, en el manejo de idiomas y asesorando a los turistas. Para nosotros es importante por la capacitación de los alumnos y, también deja algunos pesos”, dijo.
“Con ese dinero nosotros hacemos inversiones en equipamiento, ropa, folletería y nos afectaría, pero a la UBA creo que la va a matar, porque todo el tema de auditorías con el gobierno nacional lo lleva la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Ellos deben tener un presupuesto de 20 mil millones de pesos y de servicios a terceros deben tener un 40 ó 50% de ese presupuesto. Esto va a afectar notablemente el funcionamiento”, sentenció.