En apenas unas horas, el Frente Progresista y Cambiemos le dieron una herramienta vital a la intendenta de Rosario, Mónica Fein, para que disponga de más facultades de las que ya tenía para aumentar la tarifa del boleto de transporte urbano de pasajeros. La oposición, en llamas, se levantó del recinto a la hora de la votación y expuso a los ediles.
Bien temprano, en la mañana de este jueves, se prendieron las luces de alerta en el arco opositor. Se les comunicó oficialmente, pero con menos de una hora de aviso, que se reuniría la Comisión de Servicios Públicos. “Se viene el boletazo a espaldas de los usuarios”, sugería el concejal del PJ Eduardo Toniolli.
Con mayoría en esta comisión, los macristas y los progresistas avanzaron a media mañana con el proyecto para modificar la ordenanza que autoriza al Ejecutivo rosarino a fijar el precio del pasaje de colectivo.
Finalmente, al caer la tarde, el expediente se aprobó con las manos arriba mayoritarias del socialismo y aliados y el PRO. Los concejales del interbloque peronista Nacional y Popular, el Frente Social y Popular y Ciudad Futura se retiraron del recinto al momento de la votación.
Las sillas vacías del Concejo rosarino.
Desde hace unos días, Rosario Bus, la firma fuerte del transporte rosarino, propiedad del empresario Agustín Bermúdez, presiona para incrementar el boleto. Aduce que los subsidios nacionales que recibe alcanzan para cubrir menos de la mitad de los sueldos de los trabajadores. Y, como siempre, la moneda de cambio es la tarifa.
Ahora, Fein tiene la potestad de subir el boleto cuatro veces al año sin pedir autorización al Concejo, ampliándole esas facultades para permitir un aumento mayor al fijado. Porque hasta ahora, la intendenta podía sostener una diferencia superior del 15 por ciento entre la tarifa y el valor que pide el estudio de costos que realiza un ente municipal. Desde hoy, esa brecha se achicó al 10 por ciento.
El Ente de la Movilidad determinó en su último informe que el boleto de colectivo debería trepar a 16,45 pesos. La tarifa básica hoy cuesta 12,93 pesos y, con la modificación que entabló el Concejo, puede subir hasta los 14,80 pesos.
Más allá de los números, no es la primera vez que asoma una sintonía fina entre el socialismo y el PRO en Rosario a la hora de resolver cuestiones de peso. “El PRO y Fein decidieron que los subsidios que Macri le sacó al transporte lo paguen los trabajadores”, pegó Toniolli, uno de los que se levantó de su silla para permitir una postal resonante.
Toniolli caracterizó la convocatoria a una segunda reunión de Comisión de Servicios Públicos en la semana -en un día no habitual-, como “una maniobra artera acordada en las oficinas que Roy López Molina tiene en Puerto Norte, para que no se supiera en la pública -hasta dos horas antes de la sesión- lo que iban a hacer, que no es más que hacerle el favor a Agustín Bermúdez, el gran ganador de esta jornada, que al final logró su cometido: que no se discuta más sobre el transporte urbano, y que en adelante pueda aumentar el boleto sólo con una llamada a Mónica Fein”.
No es menor el dardo. López Molina fue el gran ganador de las elecciones legislativas en 2017 y quien camina silencioso a la intendencia. Eligió el silencio desde que empezó el año, da muy pocas entrevistas y busca no exponerse en situaciones que lo afecten. Hasta hoy lo venía haciendo son mayores obstáculos.