-Hay mucha polémica en Paraguay alrededor de las candidaturas al Senado de ex presidentes como Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo, así como la del actual, Horacio Cartes. Por qué usted que no se presenta en las urnas?
-Hay mucha polémica en Paraguay alrededor de las candidaturas al Senado de ex presidentes como Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo, así como la del actual, Horacio Cartes. Por qué usted que no se presenta en las urnas?
-Yo no soy candidato porque la ley en Paraguay es muy clara al respecto: los ex presidentes no pueden ser senadores plenos. Las candidaturas de Cartes y de Duarte Frutos son una afrenta, una violación grosera a la Constitución Nacional.
-¿Cómo ve la elección del domingo? ¿Qué expectativas tiene?
-La veo bien, hay un clima apático pero sin mayores sobresaltos. Yo soy militante del Partido Liberal y lo que espero es que el domingo el país esté más "alegre". Por la veda no puedo decir más que eso.
-La relación con Argentina gira en buena medida alrededor de Yacyretá. El acuerdo de Cartes con Mauaricio Macri respecto a la deuda que tiene Paraguay con Argentina en ese tema ha sido criticado por la oposición. ¿Usted comparte esas críticas?
-Hay varios puntos dentro de la relación bilateral. El más importante de ellos es sin lugar a dudas Yacyretá. Otros puntos igualmente importantes son el tráfico de drogas; el contrabando, las barreras arancelarias; el régimen fitosanitario, porque muchos productos perecederos son detenidos por parte de la Gendarmería argentina; la relación con los paraguayos radicados en Argentina y también el tema del turismo. No es solo Yacyretá.
-Usted fue vicepresidente y luego presidente en la alianza entre los liberales y la izquierda que corrió a los colorados del poder en 2008 luego de más de sesenta años. Ese acuerdo terminó mal, con el presidente Lugo destituido, pero hoy la política vuelve a juntar a esos sectores. Si pudiera volver el tiempo atrás, ¿actuaría de otra manera, se arrepiente de algo en función de los desacuerdos que tuvo con Lugo?.
-Si repasamos, mis desacuerdos con Lugo, fueron en temas puntuales. Yo me opuse a la reelección, me opuse al ingreso de Venezuela al Mercosur y me opuse a que se les den subsidios a gente del norte que estaba involucrada en actividades no muy claras. Pero cuando el presidente Lugo tuvo su escándalo sexual, no dije una sola palabra en contra de él. No van a encontrar en archivo ni una palabra mía sobre ese tema. Después, cuando se declara su enfermedad, el presidente Lugo viajó todas las veces que tuvo que hacerlo al extranjero y yo estuve 280 días como Presidente de la República sin que se me ocurriera jamas tomar una decisión inconsulta. El juicio político se produjo por la muerte de 17 personas bajo su Presidencia. Él, que tenía a a su cargo la Policía y las fuerzas militares ¿qué hace? En vez de delegar en el Ministerio Público y en la Policía para que investiguen el tema, se lo da a una comisión de notables, violando cualquier lógica. Entonces se le inicia el juicio político y es votado por casi todos los parlamentarios: de ciento veinticinco solo cinco votaron a favor de él; el resto estuvo a favor de la condena. Yo, como vicepresidente, no tenía alternativa. Tenía diferencias políticas con él, pero no fui parte de ninguna conspiración para destituírlo, así que no me arrepiento de absolutamente de nada.
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-Le marco esto porque hoy los colorado,s después de una interna muy fuerte, van todos juntos sin poner en riesgo el Gobierno....
-Los colorados no son buenos. Tampoco son malos. Como diría Borges, son incorregibles. Es un tema de ellos, que con tal de estar adheridos al poder son capaces de cualquier cosa. Nosotros, los liberales, con el mismo criterio también pudimos juntarnos con la izquierda. ¿Cuál sería la diferencia? El Partido Colorado se unió, nosotros nos unimos.
-A partir de la creciente presencia de China en la región, se habla mucho de la posibilidad de que Paraguay revea su histórico acuerdo con Taiwan. ¿Está eso en la agenda hoy?
-Siendo presidente. intenté tener relaciones con China continental. Hablamos con el embajador de China-Taiwán acá y dijo que no había problema. Se intentó avanzar y ellos nos dijeron que no había posibilidad, porque había un acuerdo entre el entonces presidente Hu Xintao y el presidente Ma Ying-jeou (de China y Taiwán, respectivamente) de no innovar, de no cambiar. No sé hoy, con Xi Jingping, cuál es la posición. También hubo cambio de presidente en China-Taiwán, aunque sigue el mismo partido en el poder. Yo veo otra cosa, soy un pragmático de la política y digo: el único aliado que tiene en Latinoamérica Chin-Taiwán es Paraguay y para entrar a América del Sur nos necesita. Paraguay a su vez puede utilizar a China-Taiwán para entrar al mercado asiático a partir de esta relación. Nosotros le planteamos a China abrir una embajada de comercio en Hong Kong, ni siquiera en Pekín. Ojalá que el próximo Gobierno pueda tener relaciones con China continental.