La diputada nacional Elisa Carrió volvió al Consejo de la Magistratura para ampliar su denuncia contra los magistrados que permitieron la liberación del empresario Cristóbal López y, en este sentido, pidió que se investigue el nexo entre el dueño del Grupo Indalo y el juez Eduardo Farah.
En la presentación que hizo este martes ante el secretario de la Comisión de Disciplina y Acusación del organismo, la legisladora advirtió sobre un presunto nexo entre Farah, uno de los camaristas apuntados, y el dueño de Indalo.
Esta presentación responde al reclamo de "mayores precisiones" que le hicieron a Carrió por su denuncia original. Lo cierto es que más allá de sus dichos, la legisladora no presentó pruebas de los posibles vínculos.
Vale recordar que a la denuncia de Carrió sobre presuntas coimas a los magistrados sumó el apoyo de varios funcionarios y legisladores que pidieron “darle entidad” a sus dichos. De hecho, el propio ministro de Justicia, Germán Garavano, pidió que la Magistratura investigue “si hubo mal desempeño de los jueces”.
En su presentación Carrió, hace primero un recuento de viejas denuncias contra Jorge Ballestero -el otro involucrado-, por su patrimonio, con sospechas de enriquecimiento ilícito.
También, pidió "que se dispongan las medidas a fin de determinar si familiares de ex directivos del Casino Puerto Madero, cumplen funciones para el Juez Eduardo Farah y/u otro juez de la misma Sala I".
Se refiere a una persona en particular, el abogado Jorge Mazzaglia, quien "ha sido tiempo atrás, presidente del Casino Flotante de Puerto Madero, propiedad de Cristóbal López”, según Carrió. Mazzaglia dejó de trabajar para esa empresa hace 15 años, se informó.
Mientras tanto, el Gobierno apuesta a que la Cámara de Casación dé marcha atrás con la resolución de Ballestero y Farah, sobre todo para que el delito que cometió (haberse apropiado de 8.000 millones de pesos de un impuesto a los combustibles que debía transferir al Estado) se vuelva a investigar como un fraude y no como una simple evasión tributaria.