Superar la grieta y salir de Santa Fe. Mientras espera las definiciones sobre la reforma constitucional provincial que le permitirán saber si Miguel Lifschitz tiene o no posibilidades de pelear por la reelección, el socialismo santafesino piensa en generar un espacio electoral progresista similar al que llevó a Hermes Binner como candidato en 2011 para competir en las elecciones 2019.
“Están dadas las condiciones para sembrar una propuesta electoral que tiene que manifestarse en 2019, tener una expresión electoral, una identidad propia que no se defina por los “anti”. Hay que superar la grieta”, le dice a Letra P el diputado provincial por el socialismo Joaquín “Popi” Blanco, uno de los referentes del oficialismo en la Legislatura local.
Desde que el Frente Progresista ganó la elección de Santa Fe, en 2007, con Binner a la cabeza, el socialismo intentó en varias oportunidades romper el cerco provincial para saltar al terreno nacional. En 2011, armó el Frente Amplio Progresista (FAP) junto con el Gen, Libres del Sur y Unidad Popular y llevó al propio Binner como candidato a presidente. En la elección en la que Cristina Fernández de Kirchner arrasó con el 54 por ciento de los votos, el FAP obtuvo el segundo lugar, con el 17 por ciento.
Dos años después, esa experiencia sumó al radicalismo y se formó el Frente Amplio UNEN, que se desarmó cuando la UCR decidió armar Cambiemos junto al PRO y la Coalición Cívica. Diezmado, Progresistas llegó a 2015 con Margarita Stolbizer como candidata a presidenta pero obtuvo apenas un 2,51 por ciento de los votos. Con esas dos experiencias en el haber y tres períodos de gestión provincial – las de Binner, Antonio Bonfatti y el actual, de Miguel Lifschitz- , el socialismo buscará relanzar la alternativa progresista.
Blanco junto a Bonfatti y al diputado Paco Garibaldi en la Legislatura. Lifschitz enviará en breve el proyecto de reforma constitucional.
“El Partido Socialista y la experiencia del gobierno de Santa Fe tiene que estar sentada en esa mesa. Tenemos mucho para aportar. De todo lo que hicimos bien y también de todo lo que salió mal e intentamos corregir. Tenemos una experiencia de gestión en un distrito que tiene 3 millones de habitantes y en todos los indicadores nacionales Santa Fe está en los primeros lugares”, dice Blanco, que resalta que la experiencia santafesina, en los tres períodos fue “no oficialista nacional”.
Para el diputado provincia, el socialismo necesita tener una estrategia nacional y “salir de Santa Fe”. En ese esquema, el rol de LIfschitz es crucial. El gobernador no oculta sus ganas de pelear en la liga nacional y declaró que le gustaría ser presidente. Pero antes de lanzarse a la carrera por la Rosada, debe tener certeza sobre el lugar que puede ocupar en Santa Fe.
Antes del fin del primer semestre, Lifschitz enviará a la Legislatura provincial el proyecto de reforma constitucional que incluye la posibilidad de que el gobernador pueda ser reelecto, algo que no está contemplado en la Constitución vigente. La modificación requiere un alto nivel de consenso, ya que la declaración de la necesidad de reforma requiere del voto de los dos tercios de los miembros de la Legislatura. En ese contexto se abren tres posibilidades: que la reforma salga como el gobernador pretende, con su relección incluida, que se apruebe la reforma sin la posibilidad de la reelección, o que incluya la reelección con la condición de que los dos períodos se cuenten a partir de la elección del próximo mandatario. Es decir, que eso excluya a Lifschitz, quien juró por la Constitución vigente. Ese factor determinará el salto – o no – de Lifschitz hacia una candidatura presidencial.
“Necesitamos sembrar desde lo nacional y que empiecen a florecer experiencias locales que expresen una alternativa a Cambiemos y al peronismo. Eso se hace con audacia y saliendo a jugar el partido. Si pensamos de entrada que el partido está difícil y que la grieta nos va a comer, ya perdimos”, dice Blanco.
En tanto, Santa Fe se prepara para iniciar el proceso electoral 2019 antes que el resto de las provincias. Por mandato Constitucional, las elecciones no pueden coincidir con las presidenciales. En 2015, las PASO provinciales se celebraron el 19 de abril y las generales, el 14 de junio. Las listas cerraron a fines de febrero. En un escenario de polarización nacional extrema, el Frente Progresista santafesino evalúa como la estrategia más conveniente separar los comicios tanto como sea posible y apostar a conservar la provincia, para luego buscar ampliar las fronteras.