La polémica vuelve a girar en torno al ministro de Producción bonaerense, Javier Tizado, quien en los últimos días ordenó la intervención del parque industrial de Bahía Blanca en el marco de un escenario conflictivo por supuestas irregularidades en ese complejo fabril. Lo curioso fue que quien puso en duda jurídicamente el proceder del titular de la cartera productiva provincial fue el presidente del consorcio portuario bahiense, Miguel Donadío, hombre directamente relacionado al ministro de Transporte nacional, Guillermo Dietrich, pero que también venía exhibiendo su sintonía con Tizado, del cual depende la política portuaria bonaerense.
Donadío consideró que el parque es “una figura jurídica de carácter privado”, dejando a entrever que el Estado nada tiene que hacer allí.
Sucede que, durante los últimos días de octubre, el ministro de Producción ordenó al municipio local que intervenga en el parque industrial "con el objeto de regularizar la situación fáctica y jurídica” del complejo, ofreciendo que la misma “se realice a través de la propia comuna, por razones de celeridad y economía de recursos".
El parque industrial bahiense atraviesa una aguda turbulencia interna a partir de una compleja trama de acusaciones cruzadas por manejos discrecionales y falta de acceso a libros contables y financieros del complejo en el que están radicadas fuertes empresas de la región. En esa puja de intereses se zambulló Tizado, ordenando la intervención.
Pero quien salió a abrir un manto de duda sobre la legalidad del acto del ministro fue Donadío, quien, en declaraciones a la radio local De la Bahía, sostuvo: “Aparentemente, el parque industrial de Bahía Blanca había sido creado con anterioridad a la sanción de la Ley de Parques Industriales”, remarcó en alusión a la norma sobre la que se posa el ministro para la intervención, razón por la cual el complejo “tendría una figura jurídica de carácter privado” que impediría el proceder decidido por Tizado. La polémica se agudiza en Bahía y hasta funcionarios cercanos al ministro salen a desacreditar su accionar.
