La Justicia ordenó allanar la Casa de las Madres de Plaza de Mayo para realizar un "inventario de la totalidad de los bienes" y asignar un nuevo depositario judicial, en el marco de la causa que investiga el quiebre de la Fundación. Desde el organismo resistieron la medida por desarrollarse antes que concluya la feria judicial y consideraron que se trató de un “acto ilegal” que sólo se puede explicar “por razones políticas”. Podrían desalojar el lugar con la fuerza pública.
Por orden del juez Javier Cosentino una comitiva de diez personas intentó allanar la Casa de las Madres, antes de que finalice la feria judicial, en el marco de la causa en la que se investiga el quiebre de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
Desde el organismo denunciaron que la medida se intentó desarrollar sin previa notificación a las partes y advirtieron que no dejarían ingresar a los funcionarios para cumplir con esa orden. Tras el intento de allanamiento se labró un acta en el que se expresó que podrían dar cumplimiento de la medida utilizando la fuerza pública.
En esa línea destacaron que se trató de un “acto ilegal”, que sólo se puede explicar “por razones políticas” y calificaron lo sucedido como un nuevo caso de “persecución contra las Madres”.
La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, condenó la orden judicial y aseguró que resistirán hasta las últimas consecuencias, aún si envían a las fuerzas de seguridad. “Nosotros no les vamos a abrir, si quieren entrar van a tener que romper todo”, manifestó del otro lado de la puerta de la Casa de las Madres Bonafini, quien contó por la AM 750 que el domingo por la noche, cuando se enteró por casualidad de lo que sucedería, se encerró en la sede de Congreso para evitar el allanamiento y la clausura dispuesto por el juez Cosentino.
La orden judicial de la autoridad de feria del fuero comercial habilita a los miembros de la sindicatura a “requerir el auxilio de la fuerza pública”, a “allanar el domicilio” e incluso a la “clausura del inmueble”, por lo cual abogados de la Asociación e integrantes del Instituto de las Madres están apostados frente a la puerta desde temprano para evitar que eso suceda, detalla Página 12. Todas estas medidas, que se tomaron después de habilitar la feria y nombrar un nuevo escribano judicial, se dictaron sin informar a las Madres.
“No habilitan la feria ni para un preso que se está muriendo en la comisaria. Ellos pensaban que no nos íbamos a enterar, pero acá estamos, encerrados, defendiendo lo que amamos tanto y que construimos con tanto amor para el pueblo”, criticó Bonafini.
La Asociación atribuyó el operativo, que se realizó en el marco de la quiebra de la Fundación por los juicios indemnizatorios de los ex trabajadores del proyecto Sueños Compartidos, a "la connivencia del Ejecutivo y el Partido Judicial". Sus miembros alertaron que en definitiva lo que buscaban los miembros del síndico era “llevarse las cosas de la Fundación sin que nadie los viera".
En julio, las Madres resistieron a otro intento de allanamiento y desalojo que se fundaba en las mismas razones, pero finalmente tampoco se concretó porque las Madres acreditaron que en la sede de Congreso funciona la Asociación. Esa orden la había dictado el juez Perillo, quien habilitó a que se llevaran adelante en el único caso de que fuera la sede de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.