La unidad, si llega, no se resolverá este verano. Pero mientras tanto, las autoridades del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires, resolvieron activar la tarea partidaria y convocar a sus consejeros y congresales.
El flamante presidente, Gustavo Menéndez (intendente de Merlo) que asumió su rol en diciembre pasado, junto a su futuro sucesor (se acordó presidencia rotativa anual), Fernando Gray, quien es consejero por la tercera sección electoral, decidieron activar el Congreso para febrero próximo, y mudar el lugar, que inicialmente iba a ser en Santa Teresita (Partido de la Costa) a un lugar más populoso como Mar del Plata.
Antes, se convocó a una reunión del Consejo en San Bernardo, donde no se esperan novedades, sino una suerte de previa de lo que será la organización del futuro cónclave partidario.
“El Partido no estaba cumpliendo con las convocatorias obligadas por la carta orgánica- explica a Letra P, el intendente de Estaban Echeverría, Gray- por eso decidimos poner todo en marcha, porque si no se está siempre ante la posibilidad de una intervención”.
Según detalló el jefe comunal, el Consejo tiene la obligación de realizar una reunión por mes y el Congreso (órgano encargado de definir cuestiones de fondo y electorales), al menos dos veces por año.
La última convocatoria del Congreso del PJ se había desarrollado en La Matanza, en diciembre de 2016, y había sido de orden extraordinario, es decir, con un temario específico.
La reunión prevista para mediados de febrero, no será un encuentro amplio, ya que no se espera la presencia de figuras del peronismo “alternativo” como son el jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, o el ex candidato al senado nacional, Florencio Randazzo que en la última elección jugó con el sello del PJ.
Aunque si, dirigentes que participan de esos espacios. El peronismo bonaerense, más allá de expresar su deseo de unidad, se encuentra hoy muy lejos de contener a todos los sectores que tiempo atrás conformaban el Frente para la Victoria.
Por eso, la cumbre de Mar del Plata, podría resultar un primer paso hacia la reconstrucción del Partido, pero no mucho más.
Si bien Ménendez, en su nuevo rol del jefe partidario, se muestra proclive a la unidad de todos los sectores internos (son conocidas sus fotos con dirigentes enemistados con CFK o que jugaron en otros espacios, como es el caso del diputado nacional, Diego Bossio, o Massa), esa posición no es acompañada por la totalidad del Partido, que en general resiste esa "amplitud".
Los ultra.- La Cámpora y el kirchnerismo puro no formo parte del acuerdo partidario que cerraron los intendentes y el ex jefe del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, en diciembre pasado.
Por eso no ocupa cargos en la lista de unidad que se ratificará en estos encuentros programados. Existe de fondo dos cuestiones que los separan, por un lado, el rol que debería tener la ex Presidenta, y senadora nacional, Cristina Fernández de Kirchner, quien fue la figura estelar de Unidad Ciudadana en 2017. Y por otro lado, el carácter “opositor” que debería mostrar el peronismo.
Entre los propios intendentes del PJ que conviven en la nueva estructura partidaria, también existen posiciones encontradas respecto a esta posición.
Mientras algunos jefes comunales, como el caso de Martín Insaurralde de Lomas de Zamora, o Mariano Cascallares de Brown, muestran una posición “amigable” con el gobierno de Cambiemos y en especial con la mandataria bonaerense, María Eugenia Vidal, algunos de sus pares apuestan a una línea más crítica.