La consultora Orlando Ferreres y Asociados reportó un punto oscuro que pone luces amarillas a la recuperación de la industria. De acuerdo con el IPI-OJF, la producción industrial cayó 2,2% interanual en diciembre, acumulando una suba de 1,4% anual en 2017. Por su parte, la medición desestacionalizada arrojó una baja mensual del 1,8%. Todo en comparación con el año 2016, el peor período para las chimeneas en años.
Así las cosas, el año 2017 culminó con un incremento de la producción industrial del 1,4%, “contrastando con la brusca caída evidenciada el año precedente, cuando cediera 4,1% de acuerdo con el IPI-OJF. “A pesar de ello, la industria no ha sido un sector que se destacara, teniendo en consideración que el PIB agregado finalizaría el 2017 con un crecimiento levemente por debajo del 3%. De manera general, el indicador ha sido arrastrado por la dinámica del rubro de Alimentos, Bebidas y Tabaco, que en base a nuestros registros finalizó el año pasado con una baja del 2%; en sentido opuesto se comportaron los segmentos de Minerales no Metálicos y Metálicas Básicas, los cuales exhibieron alzas en orden del 10%”, explicaron desde la consultora.
El informe asegura que “es relevante destacar el resultado del mes de diciembre, que fue particularmente atípico con una contracción superior al 2%; este desempeño estuvo influenciado por la caída en la producción de aceites, la baja en la producción automotriz y el descenso en el consumo de gaseosas, tres de las actividades de mayor ponderación en el índice. Pensando en el año que comienza, las perspectivas son alentadoras; en primer lugar, Brasil tendrá un crecimiento económico más robusto”.
En cuanto a Maquinarias y Equipos, el segmento presentó un incremento del 3,3% anual en el último mes del año. Si bien tanto la producción de línea blanca como de maquinaria agrícola continuó en aumento, la contracción del rubro automotriz (-17%) desaceleró el ritmo de expansión. Si bien las ventas en concesionarias continuaron en aumento, tanto como las exportaciones, la anterior acumulación de stocks llevó a una reducción de producción en el último mes del año. De esta manera, el sector finalizó el año con un crecimiento acumulado de 7,4% anual.
Por el lado de Alimentos y Bebidas, la industria presentó la mayor contracción del año al evidenciar una caída de 12,8% anual. La caída surge del segmento de alimentos, que supera ampliamente la caída de la fabricación de bebidas a raíz de los magros resultados en la producción aceitera, que más de 30% respecto de diciembre de 2016. Esto se asocia a la quita de retenciones del 0,5% mensual en la soja que comenzó en enero de 2018 por el cual se estima que las paradas técnicas se adelantaron a diciembre y generaron una baja en la producción para retomar su actividad en enero.
El rubro Papel exhibió en diciembre su mayor ritmo de crecimiento en el año al expandirse 23,8% anual. Si bien la pasta para papel volvió a mostrar un decrecimiento tras haber crecido cinco meses de manera consecutiva, el impulso fue dado por el rubro de papel y cartón que creció 27,3%. En la medición acumulada, el sector finalizó 0,3% por encima del resultado de 2016.
Mientras que Minerales no Metálicos presentó un crecimiento de 6,8% anual en diciembre, siendo otro de los sectores que se posicionó por debajo del nivel promedio de expansión del año a raíz de un magro crecimiento de los despachos de cemento. A partir de este resultado, la medición acumulada arrojó un incremento del 10,4% siendo el rubro de mayor crecimiento durante el 2017.