ELECCIONES 2017. LOS CANDIDATOS.

Píparo: “Si estoy acá es porque se me escuchó, no para explotar que fui víctima”

La precandidata a diputada bonaerense por Cambiemos habla sobre su ingreso a la política y su vínculo con Vidal. Asegura no leer encuestas y avala la exposición de los dramas personales en la campaña.

Carolina Píparo llega sonriente. La campaña no ha logrado dejar huellas de cansancio en su rostro y luce jovial y animada. “La verdad es que estoy disfrutando mucho este contacto constante con la gente y, aunque son muchas horas y no todo es positivo porque recibo críticas, siempre es con mucho respeto”, cuenta la precandidata a diputada provincial por la octava sección por Cambiemos.

 

 

La redacción de Letra P en La Plata se encuentra enfrente de uno de los ingresos de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. Píparo mira entretenida por el balcón lo que será su futuro espacio laboral y político. “No sé todavía si nos vamos a mudar, por ahora seguimos en la ciudad de Buenos Aires”, cuenta, cuando se la consulta sobre su futuro paradero.

 

La tragedia que la tocó en 2010, cuando sufrió una violenta salidera bancaria que se llevó la vida de su bebé Isidro y le dejó un nuevo cuerpo, surcado de cicatrices, la impulsó en ese momento a mudarse de La Plata a Buenos Aires. “Esa semana cambiaba mi vida por completo. Yo me mudaba a una casa que habíamos comprado, nacía Isidro y, cuando me despierto en el hospital, todo se había derrumbado”, cuenta y cambia el semblante. Se pone seria. Pero no acepta el vaso de agua. “Gracias, está bien”, dice.

 

“Entonces YPF, donde trabaja Juan (su marido), le ofrece el traslado a Capital, que fue la forma que encontraron para ayudarlo. Yo también pedí el pase del Ministerio de Seguridad (bonaerense) y me enviaron al Banco Provincia (CABA)” detalla.

 

“Tuve una asistencia muy de los casos mediáticos, por ejemplo una licencia extendida para poder ir al juicio. Para mí eso era lo que correspondía, hasta que empiezo a reunirme con otras víctimas y me voy dando cuenta de la cantidad de cosas que faltaban, porque es vergonzoso que una víctima, por aparecer en la televisión, tenga más atención que otras. No lo podía entender".

 

 

BIO. Hasta el 29 de julio de 2010 era una asistente social, empleada del ministerio de Seguridad, casada, que esperaba su primer hijo. El brutal robo que la dejó en estado crítico y provocó la muerte de su bebé transformó su vida privada en un caso público. Se sumó a la Asociación Civil Usina de Justicia y fue una de las impulsoras de la ley de victimas que se aprobó en junio pasado en el Congreso. En 2014 inició un acercamiento con María Eugenia Vidal, quien la eligió como primera pre candidata a diputada bonaerense por la sección capital.

 

-Comenzó a reconocerse como una víctima mediática. Y de hecho, tu candidatura está vinculada a esa situación.

 

-Mi vida entera está vinculada a lo que me pasó. Soy lo que me pasó y, obviamente, estoy acá por lo que me pasó. Y transito un camino para mostrar lo injusto de que las víctimas sean tratadas de manera diferente en la justicia. Son muchas las luchas que estamos dando, pero el Poder Judicial y su mirada de la víctima es una batalla enorme, porque mientras sigan viendo al victimario como la víctima, es un problema grave. Yo digo que estamos al borde de debatir si matar está bien o mal.

 

-¿Siente un trato distinto por ser víctima? De los medios, de la gente.

 

-En general siento que se suele estigmatizar a la víctima, incluso entre las personas que luchan contra eso. No tienen problemas en poner a la víctima en un lugar casi de vengadora, de ojo por ojo. Yo soy amiga de muchísimas víctimas y vos no vas a escuchar eso de una de ellas. En general, lo que pretende la víctima es que la otra persona no sufra lo mismo. No tiene que ver con la venganza, con la mano dura, como se confundió con todo el tema de (Juan Carlos) Blumberg (empresario cuyo hijo fue secuestrado y asesinado).

 

-¿Y siente que la miran con una postura rígida, de mano dura?

 

-Yo tengo una posición rígida cuando exijo que se cumpla una pena, no un aumento de pena. Y poner un límite al delito, no justificar el delito.

 

 

 

-Hoy las encuestas le dan muy bien a Cristina Fernández de Kirchner.

 

-¿Ah, si? Bueno, no creo que taannn bien (ríe). Igual no miro encuestas. Yo pregunto cómo vamos y me dicen "vamos bien, vamos bien" (vuelve a reír).

 

-Bueno, digamos que existe la posibilidad de que Cristina gane. ¿Què imagina que eso puede provocar?

 

-Nada. En nuestro caso, se va a seguir trabajando de la misma manera, visitando a la gente y sabiendo que hay proyectos que se inician.

 

-¿Pero no cree que puede ser un voto castigo?

 

-Yo siento que la gente está enojada por esta cuestión de que hace mucho tiempo que se le vienen prometiendo cosas. Y creo que se está reconociendo lo que se está haciendo, no creo que la gente vuelva atrás con su voto.

 

- Días atrás, Esteban Bullrich (precandidato a senador nacional) lloró en cámara contando detalles sobre la enfermedad de su hija. Estaba también la gobernadora Marìa Eugenia Vidal, que habló al respecto. Resulta raro ese tipo de relatos tan íntimos en plena campaña.

 

-Yo creo que todos tenemos la libertad de hablar de lo que queramos. Si me preguntas a mí, yo en general no hablo mucho de ese momento porque me cuesta sostenerlo, no es que lo puedo abordar fácilmente. Y no es que niego lo que pasó, porque estoy acá y sé porque estoy acá, pero no es un momento del que yo pueda hablar tan fluidamente. Ahora, yo trabajo desde 2014 con María Eugenia y nunca van a encontrar una foto mía con ella en ese momento. María Eugenia se ha reunido con infinidad de víctimas, por horas, y nunca van a ver esa foto, nunca van a ver esa explotación. Y creo que si hoy estoy acá es por una visión, es porque se me ha escuchado, pero no para explotar que fui víctima. Si fuera por eso, en 2015, después de las elecciones, se podría haber sacado 20 fotos con las víctimas. No es el estilo de Vidal, ni lo va a ser nunca.

 

-Claro. Pero existe muchas veces un uso de esa posición de víctima. Y en el caso de Bullrich, no era un tema que se conociera y él decidió contarlo.

 

-A mí me parece bien si uno lo quiere contar, porque somos seres humanos y eso es lo que faltaba en la política. Esteban puede estar llorando. recordando una enfermedad terrible de su hija, como también lo veo en una mesa preocupado, anotando cada dato que le dicen, pensando qué se puede hacer. Es una persona sumamente comprometida, son todas buenas personas y somos ese modelo de política que me parece necesario. Y Cambiemos es eso, donde el político puede estar en la calle, aceptar críticas, ayudar. Esa es la política que yo quiero y por eso me sumé a este espacio.

 

-La situación de las víctimas, el rol de la justicia. ¿Esos van a ser los temas a abordar si ingresa a la Legislatura?

 

-Mi idea, en principio, es adaptar la ejecución penal, la que se aprobó en el Congreso. Creo que es importante que se cumplan las penas en delitos gravísimos, es volver a darle valor a la vida, la integridad sexual y la libertad. A través de las penas se revaloriza eso. En mi caso, la condena se redujo a 21 años. Esto, a la vez, en ejecución, disminuyó. En definitiva, se va licuando la pena y los familiares sabemos que hoy, en un caso gravísimo, con suerte, son 15 años. Pero en general queda en siete años un asesinato. Nosotros lo que peleamos es por las condenas completas, no por más condenas. Y si merece alguna morigeración, que sean avaladas por personal profesional de la salud mental.

 

"Todos van a salir de la cárcel. Si queremos seguridad es importante que salgan de otra manera, con otras posibilidades."

-Este planteo que habla de respetar las penas choca con el hacinamiento histórico de cárceles y comisarías.

 

-Si, es terrible la situación de las cárceles, pero sé que estoy en un espacio en el que se va a empezar a trabajar en eso. Una cárcel no se hace en dos días. Hace muchos años que no se construyen en la provincia.

 

-Tampoco planean hacerlo en esta gestión. El ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, admitió que no están previstas nuevas cárceles en el plan de obras.

 

-No están los recursos, pero sí se van a construir cárceles, él está buscando financiamiento de la Nación. Porque también sabe que no podemos cambiar nada si no trabajamos en las cárceles. Por eso se han reabierto los talleres, se está mejorando el plan de estudios y también la comida que se da.

 

- También se mudó el Patronato de Liberados, que dependía de Justicia y ahora está bajo la órbita de la Secretaria de Derechos Humanos. ¿Le parece una buena decisión? Porque eso no significó la expansión de su estructura, más bien lo contario.

 

-Creo que hace muchísimos años que no se expande el Patronato, que no se le da la importancia que debe tener. Debería funcionar de otra manera. Pero creo que lo que pasó fue que muchos organismos, y también el gobierno anterior, llevaron la bandera de la defensa del delincuente cuando lo único que hicieron fue abogar por una libertad anticipada, sin preocuparse de que estén mejor en la cárcel, que haya buenos planes y recursos para el Patronato. De toda esa parte no se ocuparon, pero sí de liberar rápidamente. Y lo único que se consiguió es que el preso vuelva a la cárcel a los cinco días con un delito peor.

 

"Nosotros peleamos por las condenas completas, no por más condenas. Y si merece alguna morigeración, que sean avaladas por personal profesional de la salud mental."

-¿Cree que eso se está revirtiendo? Porque, en los hechos, no hubo cambios, al menos en la estructura carcelaria y en el Patronato.

 

-Yo creo en este espacio y creo que busca la verdad, porque el ministro Ferrari lo habla abiertamente. “Yo hago lo que puedo con los recursos que tengo” dice siempre. Nadie piensa que las cárceles estén bárbaras, pero se busca la verdad de la situación. Como sucede con la aplicación que permite que denuncies de forma anónima. ¿Qué es lo que se gana? Saber la verdad, porque los números no van a favorecer al Gobierno, pero van a ser reales. Y respecto al Patronato, yo creo que se precisan cambios y estoy en contacto con la gente que trabaja allí. Es importante no solo que salgan nuevos proyectos, sino que se escuche a los que trabajaban ahí.

 

-¿Visita cárceles?

 

-Si. Pero no como candidata, sino desde la Usina de Justicia, que es la organización a la cual pertenezco y voy a seguir perteneciendo, y que es apartidaria. La realidad es que todos van a salir de la cárcel. Y si queremos seguridad es importante que salgan de otra manera, con otras posibilidades, transitando un camino diferente. Porque la delincuencia está atravesada por la droga, la pobreza pero también por la impunidad.

 

 

El interbloque del peronismo en Santa Fe.
Maximo Kirchner.

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