Los acuerdos subterráneos entre el oficialismo y la oposición peronista que tomó distancia del kirchnerismo duro no se dan sólo a nivel parlamentario. En las últimas horas se filtró la información de que el Gobierno de Cambiemos sugerirá la aprobación de dos pliegos para nuevos directores que llegan por recomendaciones de los opositores más Macri friendly. Tras la expulsión de Pedro Biscay, el último cuadro políticamente activo que quedó de la gestión anterior, los dos nuevos potenciales directores irán a reemplazar a los hombres del ex ministro Axel Kicillof que resistieron en sus cargos hasta mediados del año pasado. Si el Senado aprueba los pliegos, el economista y ex ministro de Finanzas, Guillemo Nielsen; y la especialista del estudio de Miguiel Bein, Marina Dal Poggetto, sucederán a Germán Feldman y Juan Miguel Cuattromo.
Las designaciones de estos dos técnicos, respetados en general por diferentes sectores, tienen que ver con diferentes relacionamientos que el oficialismo tiene con sectores de la oposición y con think tanks económicos. Fuentes vinculadas al peronismo contaron a Letra P que Nielsen llega por sugerencia de Miguel Pichetto, uno de los ex laderos de Cristina Fernández que mantiene diálogo directo y franco con el presidente de la Nación, Mauricio Macri. El economista fue ministro de Finanzas de Roberto Lavagna en el gobierno de Néstor Kirchner y uno de los que ideó el plan de negociación de deuda con el FMI. Luego, desencantado con el kirchnerismo, trabajó en el sector privado hasta que llegó al Frente Renovador. Fue candidato a intendente de la Capital Federal por esa fuerza, de la que hoy está distanciado. En el sector privado y entre los consultores lo reconocen como un buen cuadro, y no tiene resistencia de los economistas ultras, el sector que hoy es más crítico del gobierno y de las políticas que estiman “gradualistas”.
Lo de Dal Poggetto sí llamó la atención a más de uno. Junto con Bein asesoró a Daniel Scioli en la carrera presidencial en la que el motonauta fue superado por Macri. Tiene un perfil menos conservador, menos monetarista, pero tiene una ventaja. Los que la conocen aseguran que entiende que la política ejerce fuerzas superiores sobre la economía, lo que le permite ver que en la práctica las cosas no son como parecen.
Bein es uno de los cuadros de consultoría que cada tanto comparte los almuerzos que organizan funcionarios del BCRA con especialistas. Muchos de los que están periódicamente en esas comidas aún están quejosos de la designación de Dal Poggetto, no así en relación a lo ocurrido con Nielsen. Este último economista fue cauto ante la ola de rumores y felicitaciones que recibió por un nombramiento que aún está en proceso. “Gracias a todos los seguidores que me manifestaron el apoyo y afecto a mi posible designación en el directorio del BCRA. El trámite no finalizó”, escribió en su cuenta de la red social Twitter. Naturalmente, la mediación de Pichetto también tiene que ver con su rol activo en las gestiones de acuerdos políticos en la Cámara Alta, no es casual su aparición en el medio de este escenario.
Con estas modificaciones, el Gobierno garantiza darle a un sector de la oposición más moderada y menos radicalizada una representación en la mesa directiva. Lo que exhibirán como amplitud de opiniones en un grupo de trabajo que tras la remoción de los kirchneristas había quedado simplificado en un grupo de cruzados de Federico Sturzenegger, el hombre de la economía que más respalda Macri. La movida en el BCRA es un gesto claro de negociación política y comprensión de un juego que, la mayoría, aún cree que el macrismo no entiende.