Como si se tratara de un temporal, con vientos que se llevan todo, Florencio Randazzo observó el pasado domingo, lo poco que le quedó en pie, tras los comicios de las PASO.
El precandidato al senado nacional por Cumplir, preveía una elección compleja, desanimada por la presencia de Cristina Fernández de Kirchner, como oponente desde el espacio Unidad Ciudadana.
Y los números finales confirmaron los peores pronósticos. El ex ministro del Interior, quedó en cuarto lugar, con menos del 6 por ciento de los votos, y perdió en nueve de las once comunas con intendentes propios.
También hubo casos, como el de Castelli, donde Cumplir perdió en el orden nacional y bonaerense, pero ganó en la nómina de concejales y consejeros escolares.
Sucede que su intendente, Francisco Echarren, tras una breve estancia en el gabinete de la gobernadora, María Eugenia Vidal, volvió a su comuna, y se ubicó de apuro en el espacio de Randazzo, donde estaba el sello del PJ.
El precandidato al senado, logró conservar su pago chico de Chivilcoy, una comuna que gobierna el intendente, Guillermo Britos del Frente Renovador. Y donde Randazzo tuvo una excelente performance en su precandidatura, superando incluso al resto de la lista, que tuvo menos impacto en el orden local.
Otro de los triunfos fue en Monte Hermoso, donde el intendente, Marcos Fernández, en dupla con el ex senador, y precandidato a diputado bonaerense, Alejandro Dichiara, lograron ubicar en primer lugar a la lista de Cumplir.
En este caso se nota la tracción local, ya que Randazzo gana por escaso margen, mientras que el resto de los precandidatos, en las nóminas a diputado nacional, la seccional y el deliberante, muestran una mayor diferencia positiva, y dejan en segundo lugar a Cambiemos.
En el conurbano, el chivilcoyano había quedado con poca estructura, tras la decisión de CFK de evitar la interna y armar un espacio propio.
Apenas las comunas de San Martín y Hurlingham en la primera sección electoral. Allí, la derrota fue más evidente, y aunque los jefes comunales, Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta, respectivamente, jugaron casi una campaña vecinal, no pudieron evitar el cuarto lugar.
En ambos casos, los números fueron similares en toda la boleta, y quedaron por debajo de las listas de Unidad Ciudadana, Cambiemos, y 1Páis, en el caso de Hurlingham. Y del oficialismo, CFK y Sergio Massa, en el caso de San Martín.
Un caso particular fue Bolívar, la comuna regenteada por el precandidato a diputado nacional, Eduardo “bali” Bucca.
Allí Randazzo quedó en tercer lugar, luego de Cambiemos y de Unidad Ciudadana. En tanto el jefe comunal, quedó en segundo lugar, detrás del oficialismo.
Bucca no pudo siquiera sostener el voto en el concejo deliberante, que también quedó en segundo lugar.
En el resto del interior, el Frente Justicialista Cumplir, quedó en segundo lugar, luego de Cambiemos, en las comunas propias de Alberti y Carlos Casares, donde gobiernan, Germán Lago y Walter Torcchio, respectivamente.
En Colón y Salto, los intendentes randazzistas, Ricardo Casi y Ricardo Alessandro, la pasaron peor, ya que la nómina de Cumplir, en todos los órdenes, quedó en cuarto lugar.
En Hipólito Yrigoyen donde comanda la jefatura comunal, Jorge Cortes, el Frente Justicialista quedó en tercer lugar.
Hubo además un aliado, Julián Domínguez, que no sostuvo una buena convivencia con Randazzo, aunque jugó la campaña desde lo local, que tampoco tuvo una buena elección.
En sus pagos de Chacabuco, el frente Cumplir salió en cuarto lugar, y tercero en el orden local.
Con esta perspectiva, resulta difícil imaginar un escenario igual, donde Randazzo y su gente puedan sostener este magro caudal. Todo hace indicar que un porcentaje de esos votos se bifurcarán entre los dos espacios polarizados como son Cambiemos y Unidad Ciudadana.