En medio de la fuerte puja salarial que protagoniza la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, con los gremios de la educación, aparecen en escena los municipios bonaerenses del Frente para la Victoria.
En medio de la fuerte puja salarial que protagoniza la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, con los gremios de la educación, aparecen en escena los municipios bonaerenses del Frente para la Victoria.
Muchos jefes comunales del peronismo acordaron con sus empleados un aumento de sueldos superior al 18 por ciento que había ofertado Vidal a los estatales de la Provincia.
A fines del año pasado, la gobernadora selló un acuerdo con los principales gremios del Estado por el cual se aplicaba durante todo 2017, en cuotas, ese incremento y una cláusula gatillo que se disparaba en relación al porcentaje oficial de inflación.
Esta oferta, con alguna adecuación circunstancial, fue la que se les presentó a los docentes, que hasta la fecha siguen sin llegar a un acuerdo.
En este proceso, cuyo grado de conflictividad se elevó al nivel de “batalla política”, los intendentes del PJ se lucen con aumentos superiores al que pretende acordar el gobierno.
Desde el sector kirchnerista, los jefes comunales de Ensenada, Mario Secco, y de Avellaneda, Jorge Ferraresi, autorizaron un aumento del 30 por ciento. Aunque en el primer caso en un solo pago y en el segundo, en tres cuotas.
Sus pares del Grupo Esmeralda también otorgaron incrementos ubicados en esa línea porcentual. En Esteban Echeverría, el intendente Fernando Gray ofreció un aumento del 36 por ciento; en Lomas de Zamora, Martín Insaurralde subió un 25 por ciento; en Almirante Brown, Mariano Cascallares aumentó un 24 por ciento y en General San Martín, Martín Katopodis, un 25 por ciento.
En contraposición, la mayoría de las intendencias de Cambiemos se ajustaron al acuerdo provincial, que fija el 18 por ciento de aumento.
Aunque hubo algunas excepciones, como el caso de Quilmes, donde el intendente Pro Martiniano Molina elevó esta cifra al 26 por ciento.
La avanzada de los jefes comunales del PJ resulta por demás incómoda para un gobierno que aún no ha logrado resolver el conflicto con los docentes.
Más allá de que en los hechos, resulte erróneo comparar la realidad municipal con la de la Provincia. En primer lugar, porque no existe un salario básico único en el orden municipal y cada uno de los 135 municipios bonaerenses representa una realidad distinta en relación a la situación laboral de sus agentes municipales.
En noviembre de 2014, la Legislatura bonaerense aprobó la ley que fijó las paritarias municipales, aunque se debió esperar hasta 2016 para que el Ejecutivo la reglamentara.
Al día de hoy, solo 43 de los 135 municipios realizaron convenios colectivos de trabajo y el 70 por ciento de ellos pertenece al partido oficial, Cambiemos.
“En los municipios hay salarios básicos de 4.500 hasta 14 mil pesos, entonces es imposible poner un techo igual a todos”, indica a este portal el titular de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo), Rubén García.
“Por eso nosotros impulsamos que cada sindicato discuta con el intendente la situación económica del municipio, para fijar primero que se recupere lo que perdió el año pasado, que oscila entre el 8,5 y el 10 por ciento”.
En la actualidad existe un piso salarial municipal de 8.060 pesos, pero que en los hechos no se cumple en todas las comunas.
“Lo que acordó Vidal en la Provincia no nos obliga a nada”, aclara García, en relación a la intención del Ejecutivo de sostener esa mismo porcentaje de aumento en todos los municipios.
Desde el gobierno miran con atención el proceso aunque indican en reserva que las subas superiores al 18 por ciento están vinculadas a los salarios básicos donde se aplican.
Y dejan en claro que de las diferencias que puedan tener deberán hacerse cargo los jefes comunales involucrados.