A fines del año pasado, la legislatura provincial votó por unanimidad el traspaso del edificio donde funcionó el centro clandestino de detención conocido como pozo de Quilmes, a la Comisión Provincial por la Memoria.
El proyecto declaraba “Bien de Interés Histórico Cultural” al espacio donde actuó la Brigada de investigaciones durante la pasada dictadura militar. La intención, como sucedió con otros centros de detención ilegales, es transformar ese espacio en un lugar para la memoria.
Así lo indica la ley 14.895, que fue ratificado por la Gobernadora, María Eugenia Vidal, a través del decreto 50, publicado este jueves en el boletín oficial.
“Se transfiere a título gratuito a la CPM la explotación uso y goce por 99 años del edificio ubicado en Garibaldi N° 650 esquina Allison Bell de la ciudad de Quilmes” se indica en el decreto.
En ese lugar funciona en la actualidad la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI, que cederá su lugar para transformarse en un “sitio para la Memoria, Defensa y Promoción de los Derechos Humanos”.
La CPM será la encargada de arbitrar el proceso, en un comodato determinado en 99 años. Y tendrá como objetivo, según marca la ley, de “fomentar el estudio, la investigación y la difusión de los hechos vinculados al autoritarismo durante todos los golpes militares, y en particular, con el Terrorismo de Estado durante la dictadura cívico militar instaurada a partir del 24 de marzo de 1976”.
También, “conformar un archivo y centro de documentación especializado en memoria y derechos humanos” y “apoyar el desarrollo de los denominados juicios por crímenes de lesa humanidad en curso o que se abran en el futuro para la búsqueda de la Verdad y la Justicia”, entre otras actividades.
Los recursos para atender los gastos que este Sitio de la Memoria demanda, “provendrán de las partidas presupuestarias que la Ley de Presupuesto específicamente asigne” se indica en el artículo 12.
La CPM no estará sola en esta gestión, ya que deberá integrar en su estructura de decisión al Colectivo, verdad justicia y memoria de Quilmes (gestor de la idea) a la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia y al municipio.
La situación podrá servir para resarcir al jefe comunal local, Martiniano Molina, quien el pasado 24 de marzo, con motivo de conmemorarse un nuevo Día Nacional de la Memoria, confundió al Pozo de Quilmes con uno de los tantos baches de su comuna.
Fue durante un encuentro con medios locales, quienes le consultaron sobre la idea de transformar al ex centro clandestino en un sitio de la memoria.
“Cada una de las problemáticas, ya sea las cuestiones que tienen que ver con los servicios, el bacheo, las luminarias, todo lo que tienen que ver con la obra pública, las escuelas, la situación edilicia del municipio es muy compleja. Por eso vamos de a poco, y destinamos recursos de a poco, no queremos hacer cosas alocadas” dijo Molina, y desató una fuerte reacción en su contra.
En el Centro Clandestino conocido como pozo de Quilmes, funcionó durante mediados de 1975 y hasta comienzos de 1979. Y albergo a más de 250 personas en situación de cautiverio y tortura. Se comprobó que hubo además varios partos de mujeres detenidas de forma ilegal.