Tras la decisión del juez federal Sebastián Casanello de elevar a juicio oral la causa contra el empresario Lázaro Báez pero sin incluir a Cristina Fernández de Kirchner, desde el Gobierno comenzaron a emitirse fuertes señales de presión hacia la Justicia para que avance contra la ex presidenta. Como una de las principales portavoces en esa arremetida figura la titular de la Oficina Anticorrupción (OA), Laura Alonso, quien cargó contra el magistrado que excluyó a CFK de dicha causa por presunto lavado de dinero: "El juez parece vivir dentro de un tubo”, castigó.
En declaraciones a radio Mitre, la ex diputado PRO sostuvo: “Cualquiera que conoce lo último que se ha dicho en los últimos tres años respecto de todas estas causas judiciales se da cuenta de que hay una conexión directa entre Lázaro Baez, los Kirchner, el dinero de la obra pública, el lavado de dinero y las cuentas en Suiza".
Ante eso, advirtió a Casanello: "Si el juez no quiere ver esto, que lo vemos todos, lo tendrá que explicar ante las autoridades y ante el Consejo de la Magistratura en algún momento”.
De esta forma, ahondó en las críticas al magistrado: "Ha habido una resistencia sistemática a esta altura de indagar a Cristina Kirchner".
Alonso, querellante junto con la Unidad de Información Financiera (UIF) esta causa, recordó que la Oficina Anticorrupción que encabeza presentó un recurso de queja ante la Cámara Federal "para que se expida al respecto" y que tanto la OA, como la UIF y el fiscal Guillermo Marijuan pidieron la indagatoria a la ex presidenta y que "incluso la Cámara Federal le dijo al juez que debía vincular la causa de lavado de dinero de Lázaro Báez con la causa de la obra pública, por la cual está procesada Cristina Kirchner como jefa de la asociación ilícita".
Este viernes, Casanello dio por cerrada la instrucción y elevó a juicio oral la causa por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito contra Lazaro Báez –detenido en el penal de Ezeiza desde abril de 2016-, sus cuatro hijos, el financista Federico Elaskar, el empresario Leonardo Fariña y más de veinte personas
"El dinero desviado de la obra pública hacia las empresas de Lázaro Báez volvía a la familia Kirchner" y, que tras la muerte de Néstor Kirchner, "la jefa de la asociación ilícita era Cristina Kirchner", insistió Alonso para agregar: "No tenemos ninguna duda de que los 60 millones de dólares lavados por Báez y los 46 mil millones de pesos recibidos de la obra pública desviados por el Ministerio de Planificación eran de la familia Kirchner y Báez era un testaferro de la familia".