Mario Secco, intendente de Ensenada, es uno de los jefes comunales opositores de la provincia de Buenos Aires, de los más críticos a Cambiemos y a la gestión de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. En los últimos días su imagen trascendió la provincia por su irrupción en medio de una sesión de la Legislatura, junto a un grupo de manifestantes, para mostrarles a los legisladores de Cambiemos las postas de bala de goma y los cartuchos de gas lacrimógeno que, minutos antes, había arrojado puertas afuera la Gendarmería.
Este hecho, registrado por cámaras de TV y celulares, junto a los incidentes que por esas horas se registraban en los alrededores del Congreso, consolidó al jefe comunal K en la lista negra del oficialismo, la de los "violentos".
También le valió la denuncia por “coacción agravada, intimidación pública y entorpecimiento de la labor legislativa” y la posibilidad inmediata de terminar en la cárcel, ya que la justicia le negó el pedido de exención de prisión.
“Está claro que ellos generan la violencia porque toman decisiones que lastiman a la comunidad” sintetiza el jefe comunal del kirchnerismo, en diálogo con Letra P.
BIO. Surgió a la política desde el sindicalismo, como secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Ensenada, entre 1994 y 2003, cuando fue electo por primera vez intendente. Fue reelecto tres períodos consecutivos. En 2015, cuando Cambiemos ganó la provincia, Secco fue elegido para su cuarto mandato con el 55,62 por ciento de los votos. Con su porte de caudillo y su ultra defensa a la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, Secco se ha convertido en uno de los jefes comunales opositores más críticos a la gestión de la Gobernadora, María Eugenia Vidal.
-¿Para usted el Gobierno es el responsable de todo?
-Son las decisiones políticas del liberalismo que gobierna el país y que siempre tienen las mismas recetas para llevar adelante. Se la agarran con el movimiento obrero, con los trabajadores y ahora con los viejos. Toman políticas que hacen sufrir a la gente, que lastiman a la comunidad. En mi caso, acá en Ensenada, ya tengo 5.800 trabajadores desocupados y cada vez más gente pidiendo comida. Una ciudad que era pujante, con este plan económico se está transformando. Y esto se repite en cada municipio de la provincia de Buenos Aires.
-La semana pasada usted irrumpió en la sesión de la Cámara de Diputados. ¿Por qué toma esa decisión?
-Lo que se muestra en los medios de comunicación es el momento en que yo entro al recinto, pero no muestran el momento en que me agarran a tiros en la plaza. De lo que no habla Cambiemos, lo que no cuentan, es la parte en la que reprimieron a trabajadores.
-¿Cómo fue la situación?
-Nosotros estábamos a cien metros de la Legislatura, me estaba sacando fotos con los compañeros y nos agarraron a tiros. Lastimaron a los trabajadores que estaban conmigo, porque ellos se pusieron delante de mí para que no me impactaran. Después que pasaron los gases lacrimógenos, entramos a la Legislatura porque los diputados me pidieron que entrara, que denunciara lo que había pasado. Ahí fue cuando ingresé y puse las balas en el estrado.
-Por eso lo acusan de ser un violento.
-Está claro que los violentos fueron ellos, los que me agarraron a tiros en la plaza. Yo entré a la Cámara y no suspendí ninguna sesión, porque estaban en cuarto intermedio. Tampoco hice resistencia a la autoridad, si pasé al lado de la policía sin problema. Entré al recinto, deje las evidencias y me fui.
-Estas dos semanas se vivieron situaciones de extrema violencia. ¿Cómo sigue este proceso?
-Sigue con la decisión de la gobernadora de meter preso al intendente de Ensenada para que aprenda el resto. Porque yo me le paré de manos y le dije a la gobernadora todo lo que tenía que decirle. Encima, en nuestro municipio, solo por Astillero (Río Santiago) nos deben 150 millones de pesos en impuestos.
-¿Dice que Vidal quiere que vaya preso, como sucede con otros funcionarios del kirchnerismo?
-La gobernadora no me puede condicionar, disciplinar, ni ganar en las urnas, entonces la única manera que tiene es meterme preso. Acá en Ensenada me hicieron más auditorías que al Banco Nación y no me pudieron encontrar hechos de corrupción. Es un mensaje claro de Vidal al resto de los intendentes peronistas: “Nos llevamos al bocón más grande en cana, el que ganó por cuarta vez consecutiva y con más del 60 por ciento de los votos la intendencia y así disciplinamos a los demás”. Quieren que no tengamos 2019, pero no van a poder. Nosotros vamos a tener un 2019, y va a ser sin liberalismo.