En medio de la monopolización de la agenda política que generó la reunión de la OMC, hay algunos que siguen muy activos en otros temas que parecían haber quedado en stand by. Con el bajo porteño blindado por el encuentro en el Hilton Madero, el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, no tuvo inconvenientes en llegar a tiempo a una reunión en Casa Rosada. Se vio allí con secretarios de los ministerios de Interior, Hacienda y Producción, para reclamar por “el impacto negativo” del gravamen del 17% para las bebidas azucaradas. Manzur es la punta de lanza de una embestida regional contra este aspecto particular de la Reforma Impositiva que el Gobierno prevé votar antes de fin de año. Integra una especie de Liga del NOA, que supone un esquema de lobby político-corporativo con los respaldos de sus pares de Salta, Juan Manuel Urtubey; y de Jujuy, Gerardo Morales. Además de la presión que están ejerciendo a nivel parlamentario el Centro Azucarero Argentino (CAA) y la Cámara de Bebidas Sin Alcohol (Cadibsa), dos gigantes que albergan a Ledesma, Tabacal y el resto de los ingenios; y a los grandes jugadores de bebidas y jugos como Coca Cola, Danone y Nestlé.
Manzur fue escuchado en Gobierno por el secretario de Transformación Productiva, Lucio Castro; el secretario de Provincias de Interior, Alejandro Caldarelli; y terceras líneas de Hacienda que responden a Nicolás Dujovne. Planteó allí un ejemplo gráfico que fue consensuado con la industria el jueves último, en un encuentro previo para coordinar el juego de pinzas para conseguir la rebaja tan ansiada. Aseguró el tucumano que de aprobarse el tributo a las bebidas, tendrá impacta en más de 50 mil familias en forma directa y más de 200 mil de manera indirecta.
Gracias a las pertinentes gestiones de Urtubey y Manzur, los referentes de la industria verán esta semana al último cuadro clave para modificar en el Parlamento el gravamen a las azucaradas. Morales, el único gobernador alineado directamente con el gobierno federal, es la puerta para que los legisladores del oficialismo acepten poner en discusión un tema tan espinoso para sus propias economías regionales. Pero mientras tanto los empresarios no se quedaron quietos. La semana anterior visitaron informalmente a legisladores de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, entre ellos Axel Kicillof, Diego Bossio, Luciano Laspina y Marco Lavagna. Es en esa comisión en la que primero se discutirá el proyecto de Reforma antes de pasar al recinto. Mientras tanto, aguardan lo que ocurre en el Senado, donde la baja de Juan Manuel Abal Medina en la presidencia es un problema complejo: podría llegar a ese lugar Esteban Bullrich, el ex ministro de Educación que venció a Cristina Fernández en la última elección legislativa.
En este contexto, además de la presión de las provincias del Norte, la idea del sector es reflejar que el “impuestazo” a las bebidas genera una onda expansiva aún superior: un golpe certero a los productores agropecuarios de 12 provincias que aportan a la cadena productiva de las bebidas.
