REFORMAS PRO

Tras el primer round, el Gobierno se mueve entre el optimismo y la cautela

Luego de la reunión con los gobernadores, en Casa Rosada hablan de la importancia que tiene en el paquete la reforma previsional y el diseño "para siempre" de un nuevo sistema de reparto de recursos.

“Vas a ver que conmigo vas a quedar como el mejor jefe de Gabinete de la historia”, le dijo la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone,Marcos Peña, cuando había terminado la primera reunión de gobernadores con el presidente Mauricio Macri y los ministros de Interior, Rogelio Frigerio, y de Hacienda, Nicolás Dujovne. El tono que usó la mandataria era muy distinto a la virulencia que le prodigó a la Casa Rosada, cuando Hacienda había presentado el primer borrador de la reforma tributaria que el Ejecutivo quiere enviar el lunes al Congreso.

 

La escena es capitalizada por los voceros de la Casa Rosada para mostrar el clima de cautela, y sutil optimismo, que respiran cerca del Presidente luego del primer round con los gobernadores, primer mesa ampliada a todos los mandatarios desde el lanzamiento de las reformas y, también, desde las elecciones del 22 de octubre. “El camino está asfaltado, pero ahora hay que recorrerlo sin pausa y con la prisa necesaria”, graficó un funcionario de la jefatura de Gabinete.

 

“Lo que está puesto sobre la mesa, es un conjunto de elementos concatenados entre sí, no es cierto que el Fondo del Conurbano es el tema central. Es una parte, tan importante como las demás, pero si falla un capítulo, también pueden fallar los otros”, detalló la fuente para moderar el optimismo que trataron de mostrar algunos funcionarios y gobernadores del oficialismo. Otro ingrediente que habría aportado a una reunión sin grandes asperezas habría ocurrido en Nueva York, gracias al lobby que hizo Macri personalmente con los gobernadores de Santa Fe, Miguel Lifschitz, de Córdoba, Juan Schiaretti, de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y de Neuquén, Omar Gutiérrez. Aunque cerca del cordobés y del santafecino relativizan los frutos de esos diálogos de viaje.

 

 

 

Por fuera de la intención del Gobierno para financiar una parte del Fondo del Conurbano con fondos federales, hay dos ejes que, a los ojos de algunos funcionarios de Hacienda, requieren negociaciones sectoriales con algunos gobernadores antes de la próxima reunión, prevista para el jueves que viene.

 

El Presidente les dijo a los invitados que resignará el aumento del impuesto al vino para Mendoza y las demás productoras vitivinícolas, pero dijo poco respecto a otros temas urticantes, como el gravamen para los electrónicos, que podría ser moderado, pero en un contexto más ambicioso, que busca cambiar el régimen de promoción industrial para Tierra del Fuego. Aún así, la gobernadora Bertone ya habría recibido señales favorables que todavía no fueron confirmadas por los demás mandatarios provinciales.

 

Además de los gestos oficiales para suavizar los costados más ásperos de la reforma tributaria, dentro del Gobierno hablan de la importancia de “avanzar en la reforma previsional, porque los cambios en la distribución del Impuesto a las Ganancias (a partir de la derogación del artículo 104 de la ley de ese impuesto), implican tocar los ingresos para la ANSeS que están atados a los impuestos que estamos tocando. Si no cambian la fórmula los gobernadores, entonces pierden los jubilados”, detalló otra fuente que deambula por el Palacio de Hacienda.

 

 

 

Desde las usinas del discurso oficial, sus funcionarios sostienen que la mandataria bonaerense María Eugenia Vidal logró imponer condiciones al Gobierno, y especialmente a los gobernadores, por el recurso presentado ante la Corte para recuperar el Fondo del Conurbano. Este jueves, con el primer desenlace de las tensiones, esa presunta virulencia judicial quedó más cerca de la sobreactuación, para desactivar el enorme frente judicial que enfrenta la Nación con las provincias a partir de 56 litigios que están en el máximo tribunal.

 

Despejada la pelea judicial por los ingresos coparticipables, en la Casa Rosada aseguran que la negociación que corre a ritmo febril es la base de un nuevo modelo de coparticipación, para reorganizar su distribución. “Esto cambia para siempre, llevará un poco de tiempo, pero el consenso para hacerlo ya está”, aseguró un hombre de Peña, confiado en un posible acuerdo para la semana próxima. En rigor, Vidal resignó más de 30.000 millones de pesos por año para aceitar la relación entre Macri y los gobernadores, dentro de una mesa de intercambio donde todavía no queda claro hasta dónde Cambiemos estaba en condiciones de pagar el costo político de beneficiar a Buenos Aires y perjudicar a los demás distritos. 

 

 

 

Cerca del ministro Frigerio despejaron cualquier escenario de rebelión con los mandatarios. "Fue muy buena la reunión. Ahora estamos trabajando con los gobernadores en grupos, estamos muy cerca de encontrarle la vuelta, nos queda ajustar detalles tributarios y no vemos que se complique la mesa porque queremos consensuarlo todo. Donde hubo ruido se acomodó", confió la fuente para confirmar el interés del Ejecutivo por evitar mayores conflictos con los caciques provinciales antes del período de sesiones extraordinarias, previsto para diciembre y enero, donde llegará el momento de las reformas más ambiciosas para Macri, como los cambios en la legislación laboral. 

 

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