La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, aceptó la renuncia del ahora ex fiscal Fernando Cartasegna, quien presentó su dimisión al cargo con fines jubilatorios una semana después de que se le iniciara un jury por presuntas irregularidades en el ejercicio de sus funciones. Con esta resolución, evita la continuidad de ese proceso, pero el camino está allanado para que la justicia ordinaria avance en los expedientes abiertos en las fiscalías 1 y 11 de La Plata, donde deberá presentarse a declarar, confirmaron fuentes judiciales a Letra P.
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El ahora ex funcionario quedó sin fueros y deberá someterse a la órbita de la justicia penal, en la que es objeto de dos investigaciones. La fiscal Ana Medina, titular de la UFI 1 de La Plata, lo citó a indagatoria por el delito de falso testimonio. En tanto, su par de la UFI 11, Álvaro Garganta, lleva adelante otra causa por presuntos manejos irregulares en la fiscalía de Trata y Pedofilia que comandaba Cartasegna.
LAS ACUSACIONES. Según la denuncia del procurador Julio Conte Grand, Cartasegna cometió los delitos de “incumplimiento de los deberes de funcionario público, omisión de los deberes del cargo e incumplimiento de promover la persecución y represión”.
Cartasegna también fue imputado por la fiscal Medina, que investigaba el presunto ataque que sufrió en su despacho, donde supuestamente intentaron ahorcarlo y fue –según su propio relato- golpeado y maniatado. Allí apareció en el piso escrito con azúcar el apellido “Nisman”, en referencia al fallecido fiscal de la causa AMIA.
Medina comprobó en la causa que unos panfletos que habían aparecido en el baño de los tribunales con la foto de Cartasegna y la leyenda “Sos el próximo Nisman” fueron impresos “en un dispositivo instalado en el despacho del fiscal, conectado a su PC y que era de su uso exclusivo”.
En el pedido de indagatoria, Medina precisó que “del análisis de los elementos probatorios resulta suficientemente por semiplenamente probado que el Dr. Fernando Cartasegna faltó a la verdad cuando declaró en fecha 2 de mayo de 2017, en sede judicial, desconocer el origen de los panfletos intimidatorios que aparecieron pegados en el edificio adonde funciona, entre otras, la fiscalía de instrucción que estuviera en ese momento a su cargo, apareciendo como víctima de un accionar intimidante dirigido a su persona”.
Cuatro días antes del supuesto ataque a su despacho, Cartasegna había denunciado también que había sufrido el primer ataque cuando se dirigía a la fiscalía y, al menos dos hombres y una mujer vestidos con ropa de policía antigua, lo golpearon cuando bajaba del auto.
Además, una auditoría realizada luego en su fiscalía detectó graves anormalidades en el funcionamiento, lo que motivó una denuncia penal ante el fiscal Garganta, quien citó a indagatoria a Cartasegna.
La gran cantidad de pruebas en su contra -entre ellas, pericias psiquiátricas, psicológicas y tecnológicas- aportadas por expertos de Gendarmería Nacional pusieron contra las cuerdas a uno de los fiscales predilectos de la ex procuradora María del Carmen Falbo.
Varios actores judiciales consultados coincidieron que sería “sano” que en un juicio oral y público “la sociedad se enterase por qué lo echaron a Cartasegna” y convinieron en que “la renuncia tiene una especie de perdón social al magistrado, al que le permiten jubilarse y transitar como un buen ciudadano”.
Mientras estuvo internado en una clínica psquiátrica, Cartasegña intentó aferrarse a su salud mental para evitar la renuncia o destitución, pero una pericia oficial demostró que no sufre de locura y es consciente de sus actos, diagnóstico que lo hace imputable ante la ley. También fue descripto como una persona con "rasgos psicopáticos" y "narcisista".
LA RENUNCIA. En su escrito presentado el 1 de septiembre ante el procurador Conte Grand, Cartasegna describió que "luego de haberme desempeñado por casi 30 años en la justicia local, de los cuales los últimos diez lo he hecho como agente fiscal a cargo simultáneamente de las fiscalías 4 y como fiscal referente del Departamento Judicial de La Plata de Delitos conexos a la Trata de Personas y Pedofilia y Pornografía Infantil en red”, presenta su “renuncia al cargo con fines jubilatorios”.
La carta fue presentada a ocho días de la apertura del proceso de jury por irregularidades y presuntos delitos cometidos en el ejercicio de su función al frente de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI).
De esta manera, quedó habilitado un mecanismo que podría culminar con la destitución de Cartasegna, mientras que, paralelamente, se aceptó iniciar el proceso de apartamiento solicitado por el procurador general.
A partir de ese inicio, la Secretaría Permanente contaba con 60 días para hacer el sumario, tras lo cual debería dar traslado a la parte denunciante para que ratifique la acusación y luego al denunciado para que en 30 días haga su descargo.
Sin embargo, ahora que el Ejecutivo aceptó la renuncia de Cartasegna, el jury no seguirá su curso, aunque quedó sin fueros.
EL CASO. Cartasegna estuvo al frente de la UFI 4 de La Plata hasta el 3 de mayo último, cuando fue licenciado por la Procuración, luego de denunciar que fue atacado en su despacho, en lo que se sospechó que pudo ser una posible represalia por causas que investigaba.
Sin embargo, una auditoría realizada luego en su fiscalía detectó graves anormalidades en el funcionamiento de la dependencia, lo que motivó una denuncia penal. En la auditoría se encontraron causas que estaban con mucho retraso y se detectó el faltante de elementos secuestrados en investigaciones, por ejemplo de dinero.
También en la fiscalía se encontró cocaína que había sido secuestrada en un procedimiento, aunque no existía ninguna causa vinculada a esa droga incautada.
Llamó la atención, asimismo, el hallazgo de carátulas en blanco a las que se les asignaba un número de causa, por lo que los investigadores sospechan que podían ser utilizadas para lo que en la jerga judicial se denomina "saltear" al fiscal de turno.
Además de Cartasegna, el fiscal procesó a parte de su equipo de trabajo: el secretario, un auxiliar letrado y una empleada encargada de la mesa de entrada de la fiscalía.
De la fiscalía de Cartasegna también había desaparecido el expediente de la muerte del estudiante de periodismo Miguel Bru, aunque luego fue encontrado, y, además, un ex secretario de Derechos Humanos de la Municipalidad de La Plata lo denunció por haber entorpecido la investigación de ese hecho.