Se profundiza la tensión entre el Ejecutivo bonaerense y los profesionales de la salud enrolados en CICOP, quienes denunciaron en las últimas horas una actitud “intimidatoria” de la administración vidalista durante el paro desarrollado este miércoles, buscando conocer quiénes adhirieron a la medida de fuerza. En tanto, cuestionaron el proceder del Gobierno "militarizando" el acto central realizado en el Hospital de Wilde.
Al marcar que el primer paro realizado en 2017 contó "con altísimo nivel de adhesión", CICOP remarcó que el mismo estuvo “acompañado desde el Ministerio de Salud por auditorías de personal en varios hospitales, requerimiento de información sobre quiénes se habían adherido al paro y controles varios”.
A su vez, el gremio conducido por Fernando Corsiglia denunció que la movilización desarrollada en el hospital de Wilde “estuvo acompañada por un llamativo despliegue policial, cuanto menos exagerado”.
“¿Y si se cumplieran los protocolos de seguridad acordados con el Ministerio, y la presencia policial estuviera garantizada en las entradas de las guardias se todos los días del año?", retrucaron los médicos bonaerenses mediante un comunicado.
Vale señalar que la medida de fuerza tuvo como objetivo "ratificar el pliego de reclamos en curso, con centro en salarios, desprecarización laboral, desgaste y residentes, e incorporando con la misma importancia la prevención de violencia en hospitales y centros de salud, por lo cual el paro de 24 horas tuvo su epicentro en el hospital de Wilde, por las agresiones padecidas por su personal en el públicamente conocido episodio de violencia del 1 de enero pasado”.
Al respecto, Corsiglia manifestó: "Sigue nuestro reclamo de la reapertura paritaria para el sector Salud que quedó trunca a fines de 2016 y exigimos además el cumplimiento de los acuerdos de anteriores paritarias que no fueron implementados, la falta de cumplimiento del pase a planta de los becarios ya acordados y la falta de avances en relación a la aplicación del cambio de régimen jubilatorio".